Barranquilla (may. 12/16) Luego de tener el lote, donde anteriormente funcionaba una gallera en el popular barrio La Paz, el padre Cyrillus dice que se le apareció en el camino “otra ángel”.
“Me di cuenta que también existen ángeles femeninas, casi un coro de ángeles: la Canciller María Ángela Holguín con todo su grupo de trabajo, que conocieron nuestro sueño y propusieron hacer juntos realidad este sueño, que ya no era mi sueño, sino el sueño de toda una comunidad”, aseveró este holandés que llegó al país a finales de los años 70 con el propósito de apoyar a la juventud y a la comunidad de esta zona del sur de Barranquilla.
El padre insistió en que de esta manera se le dio vida a un sueño que se tradujo en un proyecto “bello” como una casa lúdica para La Paz. Lo que vino después, según Swinne, fue un camino prospero lleno de alianzas que orientaron a materializar lo que hoy centenares de jóvenes disfrutan: más de 1.000 metros cuadrados transformados en espacios que ayudarán a los menores en su formación y capacitación para hacer sus aportes a la comunidad, al barrio y al país, como lo espera el Padre, que fue quien lo soñó y lo hizo milagro.