Palabras de la Vicepresidente de la República, Marta Lucía Ramírez en la Conmemoración del Día de las Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas, de la Diáspora Africana

 

Bogotá, 26 de julio de 2021

Quiero agradecer esta oportunidad maravillosa de acompañar este encuentro que tiene un propósito grande, como es, el reconocimiento a estas maestras, estas mujeres maravillosas. Felicito a nuestra Ministra de Cultura, Angélica Mayolo, por tomar la iniciativa de hacer este reconocimiento en vida.

Qué felicidad y que orgullo tener la oportunidad de decirles hoy a ustedes, ¡gracias por lo que han hecho por la raza, por las mujeres y por Colombia!

Saludo al señor Presidente de la República, Iván Duque, quien deja una huella muy grande de su Gobierno. La confianza en las mujeres, el compromiso con la diversidad, que es, sin duda, nuestra principal riqueza.

Saludo a la Ministra de Cultura, Angélica Mayolo, que no solo ha sido capaz de romper mitos, sino de acabar con esa triple discriminación: ser mujer, ser afro y ser joven, porque este es un Gobierno que le ha apostado a las tres, dejando abierto un camino irreversible para que sigan las mujeres afro jóvenes ocupando grandes espacios en el desarrollo de nuestro país.

Quiero saludar a Juliana Márquez de Duque, la madre del Presidente, una gestora cultural, una mujer líder, con un gran compromiso por lo que es trascendente. Gracias por ese acompañamiento en tantas tareas importantes por la cultura, por la mujer en nuestro país.

A saludar a nuestra Consejera Presidencial, Gheidy Gallo, que ha hecho un extraordinario trabajo para lograr que el empoderamiento económico de las mujeres sea lo que les dé más autonomía, más capacidad de defenderse frente a las múltiples discriminaciones y violencias que hay en Colombia.

Saludo a todos los representantes del Cuerpo Diplomático, tanto a los que están presentes, como a todos los que nos acompañan de manera virtual. A nuestras exministras, gracias a todas por el compromiso, el trabajo que han hecho, dejando huellas de impacto por las mujeres, por el Pacífico, por las afrodescendientes hombres y mujeres y por se han convertido en un referente para la juventud colombiana.

A nuestras grandes maestras Betty, Cleotilde, Leonor González, Zuly Murillo, a quien cada vez que la escucho me impresiona más su capacidad de inspirar y de trascender con la palabra. A Teresita Gómez, a Petrona, su hijo Guillermo, Sonia Basanta, y demás presentes, muchas gracias por el trabajo que han hecho por la cultura colombiana.

Saludos a los Congresistas que nos están acompañando, los alcaldes, exministros, representantes de las organizaciones y las comunidades afrocolombianas, los raizales y palenqueras y los integrantes de la Orquesta Sinfónica, y los invitados especiales: María Isabel Urrutia, Juan Guillermo Cuadrado y Álvaro Rodríguez.

Desde 1992 se conmemora este Día de la Mujer Afro, la importancia de la mujer afrolatina, afrocaribeña, de la diáspora, porque esta es una fecha que tenemos que mantener siempre, reconociendo ese legado y ese camino que han abierto tantas mujeres. No puede haber mejor reivindicación que tener muy presente que en el ADN de la humanidad, se ha evidenciado el legado de Eva Mitocondrial, que eleva los trazadores genéticos de origen africano de la humanidad, que se ha atado por distintos científicos e investigadores y que lo han encontrado desde hace cerca de 200 mil años en ese ADN de la humanidad.

Lo afro no es excepcional, ni ajeno al ser humano. Es la humanidad que en algunos periodos oscuros, ha buscado hacer ajeno lo afro, pero somos parte de lo afro y lo afro, hace parte de nuestra esencia.

¿Qué sería de la humanidad sin esta resplandeciente diversidad que incluso ha resistido al racismo, la exclusión, el desarraigo, a la violencia y a tantos momentos oscuros donde la mente de los seres humanos ha pretendido hacer invisible a una parte tan grande como es esta etnia, que tanto ha aportado en la historia? Perderíamos la esencia de lo humano que es nuestra diversidad.

Recordar a los colombianos que tenemos una identidad propia, y es tan única  y fuerte gracias a esta diversidad racial y cultural.

Mujeres afrolatinas, afrocaribeñas, de la diáspora,  todo nuestro respeto y admiración por ustedes, porque son mujeres orgullosas de lo que son. Cada una de sus palabras muestra vitalidad, orgullo de ser lo que son. Porque tienen un compromiso con lo trascendente, porque portan en su piel, su cultura, su alegría y su sonrisa siempre espontánea, esas lecciones de vida y de generosidad que generan en nosotros, el deber de responder con lo mismo, y con un gran compromiso por reconocer siempre ese legado ancestral que portan ustedes, que con sus vientres han dado vida a tantas generaciones.

Las mujeres afro tienen que tener preparado el espacio para lograr entre todos, un mundo mejor, en donde cerremos la brecha que ha habido en nuestra sociedad, y dejemos a una Colombia libre de exclusiones. En el Plan de Desarrollo del Presidente Iván Duque, siempre se ha insistido en todo ese elemento transversal de inclusión, tenemos que dejar atrás esas páginas de exclusión que han existido en nuestra sociedad.

Benditas sean todas ustedes y gloria a sus ancestros, a quienes las formaron a ustedes con esa vitalidad y con esa fuerza. Colombia está hecha, sin duda, del alma afro. Las mujeres negras, afrocolombianas, raizales y palanqueras de nuestro país han representado el tesón, la fuerza, la valentía que hoy reconocemos, pero también, el sufrimiento, el dolor, al cual se han podido sobreponer, y que tenemos entre todos, que cerrar esas heridas que tiene nuestro país de tanta exclusión y tanto sufrimiento y dolor. 

Tenemos que lograr una sociedad incluyente con verdaderas oportunidades de desarrollo y de progreso para todas las personas que habitan en Colombia. Lograr una Colombia justa que reconozca los derechos, las oportunidades, pero que también nos exija a todos el esfuerzo, la responsabilidad, la disciplina y la disposición a trabajar para lograr ese mejor futuro para nuestro país.

Hoy, en presencia de tantas mujeres destacadas en las distintas áreas, reconocemos que Colombia necesita más la presencia de lo afro, más de la presencia de las mujeres. La capacidad de tender puentes, de lograr un crecimiento que piense en todos los demás y la capacidad de tener esa sensibilidad autentica por incluir a todas las personas de Colombia dentro de las posibilidades.

¡Muchísimas gracias y felicitaciones a todas las mujeres afro!