Palabras del Ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo, en el acto de conmemoración de los 15 años de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de los Estados Americanos (MAPP-OEA)

 

• Con demasiada frecuencia, y a veces como recurriendo a un lugar común, se recuerda que Colombia ha experimentado en distintos momentos de su historia, pero en particular, desde mediados del siglo pasado, distintas formas y expresiones de violencia.  Esa violencia, de muy diverso talante, ha dejado sin duda una huella en nuestra trayectoria como Nación.  Pero sería tan inexacto como injusto decir que la ha definido.  Colombia es una nación que, a lo largo de los años, ha trascendido la violencia que ha experimentado, un país que hemos ido construyendo entre todos, a pesar y más allá de la violencia, y en particular, de la confrontación entre el Estado y distintos grupos armados ilegales.

• Con menor frecuencia se subraya el hecho de que, de manera paralela, Colombia es un país que recurrentemente ha optado por la tramitación institucional y constitucional de esos avatares de su historia.  Ningún otro país registra tantos procesos de negociación, muchos de los cuales han conducido a efectivos procesos de desmovilización, desarme y reintegración.  También hemos logrado, en el marco de nuestra institucionalidad, el sometimiento de algunas de esas organizaciones.

• Frente al envite de la violencia, la respuesta de Colombia ha sido, y seguirá siendo, la del fortalecimiento de sus instituciones, la reafirmación de la legalidad:  la construcción de más y mejor país.

• La Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de los Estados Americanos MAPP-OEA —creada hace 15 años a instancias del Gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, y con el decidido apoyo del entonces Secretario General de la OEA, César Gaviria— ha sido testigo especial y privilegiado de esos esfuerzos, de los obstáculos que ha sido preciso remontar, y de los logros alcanzados.  Y ha sido también socio estratégico, cuya valiosa contribución quiero no sólo resaltar sino agradecer.

• La MAPP-OEA fue una iniciativa innovadora, y me parece oportuno subrayar esta característica justo contra el telón de fondo de la Asamblea General de la OEA que acoge Colombia en esta ciudad de Medellín, que esperamos sirva de punto de partida a un gran proceso de reflexión sobre la importancia que tiene la innovación —en la agenda, la arquitectura, el relacionamiento y las prácticas de la Organización— para fortalecer el multilateralismo hemisférico.

• En efecto:  la MAPP-OEA no tuvo precedentes en el hemisferio.  Estos 15 años dan cuenta de un experimento exitoso, cuyas lecciones aprendidas merecen ser identificadas y ser puesta a disposición de la comunidad internacional a la hora de asumir desafíos y tareas como los aquellos para los que la Misión fue configurada en su momento.

• Por otro lado, la MAPP-OEA fue la primera experiencia de misión internacional para la verificación, monitoreo y acompañamiento a procesos de paz en Colombia.  Inicialmente, su objetivo fue participar en la verificación del cese el fuego, dejación de armas y desmovilización de los grupos de autodefensa ilegal.  Quince años después, la MAPP-OEA sigue operando en nuestro país, respaldando ahora el firme compromiso del Gobierno del Presidente Iván Duque, de garantizar a todos los colombianos paz con seguridad y con legalidad, mediante la estabilización de los territorios y la consolidación de la convivencia, también mediante la implementación del Acuerdo Final suscrito con las FARC —la cual hemos venido perfeccionando y acelerando desde el 7 de agosto del año pasado.

• Esa es una de las virtudes de la MAPP-OEA:  su capacidad para adaptarse, atendiendo las necesidades de Colombia y los términos del mandato derivado que le dio origen y que ha sido sucesivamente renovado y actualizado, más recientemente hasta el año 2021.

• Hoy, la agenda de trabajo de la MAPP/OEA abarca asuntos relacionados con la reducción de cultivos ilícitos, el mejoramiento de las condiciones de seguridad en los territorios, el apoyo a la gestión de la conflictividad social, el seguimiento a los procesos de restitución de tierras y reparación colectiva de víctimas, apoyo a la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), acompañamiento a la participación ciudadana y de víctimas, la armonización entre justicia ordinaria – indígena -transicional, y el apoyo al monitoreo de las dinámicas de seguridad en las zonas de frontera.

• No menos importante es la capacidad de la MAPP-OEA para hacer presencia en el territorio, con un despliegue sin precedentes, a través de 18 oficinas regionales y un equipo móvil ubicado en Bogotá, que abarcan 150 municipios en todo el país.

• Semejante despliegue ha permitido el establecimiento de relaciones cercanas con autoridades locales y con las comunidades, especialmente en la ruralidad.  Esa cercanía ha permitido, a su vez, que la Misión opere como canal para la transmisión de información pertinente y la formulación de recomendaciones al Gobierno Nacional, que han servido de insumos para la formulación de políticas públicas más eficaces.

• En efecto:  además de su adaptabilidad y de su capacidad para desplegarse territorialmente, la MAPP-OEA se ha convertido en un positivo interlocutor del Gobierno Nacional y de las autoridades.  Quiero agradecer el carácter especialmente constructivo de esa interlocución, y expresar nuestro deseo de que lo siga siendo en el futuro.

• Es el deseo del Gobierno de Colombia que esa interlocución positiva y constructiva vaya acompañada de un proceso integral y acumulativo de transferencia de capacidades, experiencia y herramientas adquiridas por la MAPP en estos 15 años de presencia en el territorio, que involucre tanto al Gobierno y a las autoridades del orden nacional como a los funcionarios y agentes que operan en el terreno, a las autoridades locales, a las comunidades y a otros actores relevantes.

• Estamos convencidos de que ello le permitirá a la MAPP-OEA hacer también una contribución adicional a la buena gobernanza, cuyo efecto en los territorios se dejará sentir en el futuro, mucho más allá de la Misión misma.

• En este rápido inventario, que no pretende ser exhaustivo, de las virtudes que han acompañado la labor de la MAPP-OEA durante estos 15 años, quiero incluir también, finalmente, la nota correspondiente a su sostenibilidad financiera.  Las operaciones de la Misión se sufragan con contribuciones de más de 12 donantes externos que aportan recursos humanos y financieros, y cuya generosidad quiero reconocer y agradecer, tanto como el manejo eficiente que de esos mismos recursos ha hecho la Misión.

Apreciados amigos:

• La constitución de la MAPP-OEA hace 15 años fue reflejo de la permanente apuesta de Colombia por el multilateralismo y de su apuesta indeclinable por el papel de la Organización de los Estados Americanos en los asuntos hemisféricos —que en buena medida están configurados por los asuntos, los desafíos y las necesidades nacionales.

• La constitución de la MAPP-OEA hace 15 años, por iniciativa del Gobierno colombiano del Presidente Álvaro Uribe, y con el apoyo del Secretario General César Gaviria, fue reflejo de una disposición y de un talante que aún permanece:  la disposición de Colombia, y en particular, del Gobierno Nacional, al acompañamiento, al monitoreo, al escrutinio permanente, interno e internacional, de sus esfuerzos para derrotar a los violentos, estabilizar los territorios, y consolidar la convivencia pacífica.  Acaso ningún gobierno, en ninguna nación que haya enfrentado desafíos semejantes, ha mostrado igual disposición o comparable apertura.

• El Gobierno del Presidente Iván Duque mantiene ese talante.

Señores y señoras:

• La conmemoración de los 15 años de establecimiento de la MAPP-OEA nos ofrece oportunidad para reconocer también los esfuerzos de Colombia, reafirmar la voluntad y el compromiso de su Gobierno, celebrar la fortaleza y la resiliencia de su sociedad, a la hora de seguir construyendo país.  Y también es una oportunidad, que no queremos desaprovechar, para renovar la fe de Colombia en el multilateralismo hemisférico, y su firme decisión de seguir participando en la construcción de una gobernanza regional fortalecida, gracias a la innovación del Sistema Interamericano, y respaldada por el perfeccionamiento de las instituciones políticas de cada uno de nuestros países, el crecimiento sostenible de nuestras economías, y la creciente participación de nuestros conciudadanos en los beneficios y oportunidades del progreso social.

• La conmemoración de los 15 años de establecimiento de la MAPP-OEA nos recuerda que nada contribuye más al fortalecimiento de la gobernanza regional como el fortalecimiento de la gobernanza nacional y viceversa.  La MAPP-OEA constituye una experiencia que debemos seguir orientando en esa dirección, que, estamos convencidos, es la que merece la pena transitar.

Muchas gracias.