Palabras de la Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín Cuéllar, en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas - Aprobación Segunda Misión de Verificación en Colombia



Muchas gracias señor Presidente. Quiero comenzar mi intervención agradeciéndole a usted, Embajador Jieyi, representante permanente de la República Popular China y Presidente del Consejo de Seguridad, por haber convocado a esta sesión e igualmente deseándole éxito en el desarrollo de sus funciones.


Por el trabajo y preparación para tener hoy esta resolución debo expresar nuestro especial reconocimiento al Gobierno del Reino Unido, a su Embajador Mathew Rycroft y a los diplomáticos de su misión, a Catherine Carr, especialmente por su disposición y su papel de “pen-holder” en este trabajo de esta resolución.


Señor Presidente


Le agradezco emocionada a todos los miembros del Consejo la aprobación de esta nueva resolución. El Consejo adopta hoy la tercera resolución de apoyo a la paz en Colombia y agradecemos la unidad que ha mantenido en este asunto y con el permanente diálogo a lo largo de este año y medio.


Su visita a Colombia en mayo pasado les permitió entender mejor la realidad colombiana, la fortaleza de nuestras instituciones y la voluntad de paz y reincorporación, así como las dificultades que hemos tenido en estos meses de implementación del Acuerdo.


Esa comprensión es fundamental para mantener el apoyo a las acciones que Colombia continúa tomando para consolidar la paz y para construir una sociedad próspera y moderna en todas las regiones del país, en especial en el campo, que es nuestro principal reto. El desarrollo de la participación política, de una mayor equidad y de una mejor justicia serán fundamentales para tener el país que queremos, un país con oportunidades, con crecimiento, con educación y sobretodo, un país tolerado y reconciliado.


Esta visión es de una nación que busca superar las dinámicas del conflicto y la violencia, y que ha buscado incansablemente durante décadas la convivencia y la paz.


La participación de este Consejo ha sido muy importante para fortalecer la construcción de confianza entre las dos partes que negociamos la paz. Así mismo, el apoyo de la comunidad internacional en este proceso ha permitido mantener la determinación para superar los momentos difíciles.


En el momento de la adopción de esta resolución, las FARC han entregado sus armas individuales, proceso que ha sido garantizado por la primera misión especial. Deben terminar de entregar las armas que tienen en caletas y que Naciones Unidas ha venido recibiendo. Este proceso debe terminar en dos meses.  


La segunda misión política especial, que comienza cuando termine la primera, con un mandato específico para verificar las acciones que tomemos en la implementación de los acuerdos relacionados con la reincorporación política, económica, social y las garantías de seguridad y protección.

Este proceso de paz ha sido construido entre colombianos y ha sido para los colombianos. Debe servir para que todos tengamos una esperanza de un futuro mejor. Sin embargo, como en toda democracia fuerte, hay un debate dinámico, pero poco a poco la gente comienza a ver los beneficios de la paz y a estar dispuesta a darle una oportunidad. En especial, estos beneficios se sienten en el campo, en nuestras zonas rurales, donde viven millones de colombianos que sufrieron los avatares del conflicto y que los sintieron mucho más que los colombianos que los vivimos en las ciudades.

Este proceso de paz y reconciliación ha tenido unas características únicas, que sabemos que el mundo mira como referencia y que pueden servir para tener lecciones aprendidas. Nuestro proceso, ya no dicho por nosotros sino por expertos en el tema del acuerdo de paz, ha sido el primero en el mundo en el que las víctimas han participado en la negociación y están en el centro del proceso. Las fuerzas militares tuvieron participación directa y estuvieron presentes durante las negociaciones, aportando sus conocimientos y su visión sobre el acuerdo, especialmente en el cese al fuego y la dejación de armas.

Más del 70 % del acuerdo de paz incluye medidas que implicarán transformaciones socio- económicas para Colombia. Ha sido fundamental lograr el fortalecimiento institucional y el desarrollo legislativo para una implementación sostenible en el tiempo. Y finalmente, la voluntad de las partes y el apoyo de la comunidad internacional permitieron superar dificultades en momentos críticos.

Señor Presidente, nuevamente le damos nuestros agradecimientos a los gobiernos de Noruega y Cuba como países garantes, y a Chile y a Venezuela como acompañantes del proceso, agradeciendo el apoyo de todos los miembros del Consejo de Seguridad, al Secretario General por su interés y compromiso y a los miembros de la Misión Especial en Colombia, en especial a Jean Arnault.

En este contexto quiero reiterar hoy al Consejo de Seguridad y a las Naciones Unidas, el compromiso inquebrantable del gobierno con la paz y con el cumplimiento del acuerdo en todos sus componentes. No descansaremos este año que le queda a este gobierno para implementarlo y confiamos que el compromiso de Colombia frente a esta organización y frente a nuestra sociedad lo cumplan los gobiernos futuros.

Para terminar, quisiera reiterar la voluntad para construir una sociedad que nos permita soñar y vivir en una Colombia en paz y más equitativa.


Muchas gracias.