Palabras de bienvenida del Ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Holmes Trujillo, en el XII Foro del Sector Privado de las Américas

 

Señor Luis Almagro, Secretario General de la OEA,

Señor Eduardo Eurnekián, Presidente del Foro del Sector Privado de las Américas,

Señor Federico Gutiérrez, Alcalde de Medellín,

Señor Luis Pérez, Gobernador de Antioquia,

Señoras y Señores:

• Me complace enormemente estar hoy aquí en la apertura del XII Foro del Sector Privado de las Américas y darles en nombre del Gobierno de Colombia una calurosa bienvenida a nuestro país y a Medellín, ciudad reconocida mundialmente por su apuesta por la innovación como motor de transformación y progreso.  Quiero agradecer a Medellín, a sus autoridades y a la ciudadanía en general, y especialmente a su comunidad empresarial y de negocios, por la generosa acogida que han dado a esta Asamblea General de la OEA.

• Esa apuesta por la innovación que caracteriza a Medellín es compartida por los Estados Miembros de la OEA, reunidos en esta ocasión con el fin de iniciar, a instancias de Colombia, un proceso de reflexión de largo aliento sobre la manera en que es necesario innovar para fortalecer el multilateralismo hemisférico.  Estamos convencidos de que el Sistema Interamericano necesita innovar para adaptarse a los desafíos actuales, innovar para estar a la altura de las necesidades, las preocupaciones, y las expectativas de los Estados y de los ciudadanos de las Américas. 

• Y estamos convencidos de que una de las áreas en las cuales es más pertinente la innovación es aquella que concierne al relacionamiento del Sistema Interamericano y de los Estados Miembros con el sector privado, porque – como bien lo señala el tema elegido para este Foro – la innovación del sector privado es un impulso indispensable para el desarrollo en las Américas.

• El concurso del sector privado es crucial para el desarrollo de los países del hemisferio, que en la Carta Fundacional de 1948 se estableció como propósito esencial del Sistema Interamericano y que hoy es uno de los cuatro pilares sobre los cuales trabaja la organización.  No hay desarrollo económico, ni generación de nueva riqueza sostenible —que son fundamentos del progreso social— sin la creatividad libremente desplegada de los individuos, sin la libre iniciativa y el emprendimiento, en el marco del Estado de Derecho y una cultura de la legalidad, respetuosos de las libertades económicas y garantes de su ejercicio pleno y responsable.

• La empresa privada, el emprendimiento, es esencial para avanzar en la extensión de los beneficios y oportunidades del progreso social a sectores cada vez más amplios de la población de nuestros países.  La actuación decidida y efectiva de los Gobiernos, mediante la adopción de regulaciones inteligentes favorables a la libertad económica, a la competitividad, a la productividad y al correcto funcionamiento de los mercados, y mediante la eficiente provisión de bienes y servicios públicos; unida a la acción del sector privado empresarial, tanto en su dimensión de agente económico generador de nueva riqueza, proveedor de empleos formales de calidad, y catalizador de la innovación tecnológica, así como en ejercicio de la buena ciudadanía corporativa, son partes insustituibles de la ecuación requerida para reducir la pobreza; ampliar y consolidar la clase media; promover el crecimiento económico sostenible; aumentar la productividad y competitividad de los aparatos productivos; fomentar la inserción de nuestras economías en los mercados globales; reducir las barreras para el emprendimiento; impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación; y aprovechar las oportunidades que se nos abren con la Cuarta Revolución Industrial. 

• En ese orden de ideas, quiero reafirmar nuestro compromiso, como Gobierno de Colombia, con la creación de un entorno cada vez más favorable para los negocios, con mejores condiciones de competitividad y mayor atractividad, con políticas públicas favorables a la productividad, con más inversión para impulsar el crecimiento de la economía y facilitar la generación y consolidación de nuevos emprendimientos y la adaptación de los ya consolidados a las circunstancias cambiantes del escenario económico.

• Y quiero también reafirmar la confianza del Gobierno de Colombia, y de los ciudadanos, especialmente de los trabajadores, de los consumidores y de los usuarios de los bienes y servicios producidos, generados y ofrecidos en el marco de la economía de libre mercado, en que el sector privado, la comunidad empresarial y de negocios, es consciente de su importante papel en la práctica de la buena gobernanza multisectorial que se requiere para el perfeccionamiento de nuestras instituciones políticas, para el crecimiento sostenible de nuestra economía, y para impulsión y ampliación del progreso social.

• Nuestra fe en el sector empresarial surge de nuestra profunda convicción de que hay cosas que sólo el sector empresarial, con las capacidades y herramientas que le son más propias, puede realizar no sólo como actor económico sino como parte responsable de la construcción de nuestras sociedades, también mediante el ejercicio responsable de lo que antes he llamado “buena ciudadanía corporativa”.

• No tengo duda de que muchos Gobiernos y buena parte de las sociedades de las Américas comparten esta fe y esta confianza.

• Saludo entonces este tipo de escenarios que permiten el encuentro entre los Estados Miembros, la Secretaría y los representantes del sector empresarial para reflexionar sobre la contribución del sector privado al desarrollo integral y sostenible.  Estoy seguro de que de las fructíferas discusiones de hoy surgirán ideas y fórmulas innovadoras para potenciar la sinergia entre los Estados y las empresas como actores clave, así como para impulsar el diálogo social en tanto que herramienta útil y pertinente, para seguir generando progreso en todas las naciones del hemisferio.

Muchas gracias.