Dentro del patrimonio documental que el Ministerio de Relaciones Exteriores ha resguardado a lo largo de su gestión, hay una sección que cobra bastante interés y particularidad, y tiene que ver con las solicitudes de naturalización que gentes de diversas partes del mundo han hecho a lo largo de la historia de Colombia. Estas solicitudes fueron gestionadas por el Grupo de Nacionalidad, y rondan las fechas extremas de 1829 a 2001, con cerca de 6030 carpetas.

Cada una de ellas contiene documentación que nos da vistazos a las historias de vida de estas personas, su procedencia, las condiciones por las cuales dejaron su lugar de origen y las razones por las que llegaron a Colombia; esta es una historia documental que finaliza con la expedición de una Carta de Naturaleza, la cual después de diferentes filtros administrativos, certifica a la persona como colombiana.

Una de estas historias de vida tiene que ver con un caricaturista que laboró en el periódico El Tiempo entre 1949 y 1976, y al cual le podemos atribuir un extenso trabajo en difusión de la información periodística internacional durante sus años de servicio en este medio. Se trata de Péter Áldor (1904-1976), húngaro de nacimiento, ingeniero mecánico y dibujante, quien junto a su esposa Eva Forbach[1], llegaron en 1948 a Colombia y para 1960 se naturalizaron como colombianos.

Péter Adolf Aldór nació el 11 de diciembre de 1904 en Budapest. Se graduó de ingeniero mecánico en la Universidad Técnica de Budapest en 1929, y en 1937 se casó con Eva. Trabajó como ingeniero en transporte para el gobierno y en tiempos de la Segunda Guerra Mundial estuvo activo en la resistencia ante la invasión alemana, explotando sus dotes en la gráfica caracterizando a los Nazis en publicaciones de periódicos independientes[2].

Al final de la guerra se exilió en París junto a Eva y se dedicó al dibujo como corresponsal en una revista húngara, luego en la France-Presse y en la cadena suiza de periódicos Ringier Verlag[3]. Fue en esta ciudad donde tuvo su acercamiento con Colombia, y fue persuadido por Mauricio Obregón, copropietario de la revista Semana, para llegar al país y laborar para este medio[4].

^{Imagen 1. Apartado de la carta de naturaleza de Péter Áldor[5].}

^{Imagen 2. Pasaporte húngaro de Péter Áldor[6].}

Llegaron con Eva a Colombia luego de una travesía entre Francia, Bélgica, Gran Bretaña y Estados Unidos, y finalmente llegaron al puerto de Barranquilla el 8 de diciembre de 1948[7]. Si bien laboró inicialmente para el medio Semana, se vinculó en 1949 a El Tiempo.

Llegó al medio en un año álgido para el mundo, cubriendo temas como la formación de las dos Alemanias, el nacimiento de la OTAN y la victoria de la República Popular China, y a su vez, estuvo inmerso en una región convulsa con diversos acontecimientos políticos en Argentina, Bolivia, Costa Rica y Venezuela; pero esto no era todo, había llegado a un país que venía de levantarse de los acontecimientos de abril de 1948 (El Bogotazo), y este mismo año, 1949, resultaba ser el más violento para Colombia en todo el siglo XX[8].

A pesar de haberse asentado en un país con una historia muy convulsa, fijó su trabajo en los temas internacionales, e informaba a los colombianos sobre los procesos de la Guerra Fría, haciendo que la gente se familiarizara con personajes como Stalin, Harry S. Truman, Francisco Franco, Josep Tito y Charles de Gaulle, y fijó una clara atención en su trabajo a los acontecimientos en su tierra natal, es decir sobre la Revolución Húngara de 1956, la cual haría desde el periódico que se fundó durante la censura de El Tiempo (1955-1957), El Intermedio.

Otros procesos que se pudieron leer en su gráfica fueron la Guerra de Vietnam, el conflicto árabe-israelí y la Revolución Cubana; y el éxito en sus caricaturas no solo estuvo en su talento gráfico, sino también en la influencia de la pintura renacentista y barroca, donde compartía con Colombia los aires de la civilización cristiana occidental, con un fuerte simbolismo del antagonismo entre el bien y el mal, con elementos de la cultura clásica y la mitología cristiana, los cuales le permitieron entrar en los lectores del diario colombiano, incluso haciendo que se reconocieran más estos personajes a partir de la caricatura, que de la fotografía[9].

Su reconocimiento como crítico y caricaturista político internacional, no solo en Colombia, sino en la región, le permitió recibir invitaciones para laborar en periódicos de diversas partes del continente, especialmente de los Estados Unidos[10]; sin embargo, forjó una estrecha relación con Colombia que no finalizaría hasta su muerte el 20 de septiembre de 1976 en Bogotá, pero que se haría material unos años antes con la expedición de su carta de naturaleza, fechada en 1960.

En esta carta podemos encontrar las claras intenciones del artista en fijarse en Colombia; con el pasaporte leemos esa travesía que realizó con Eva para llegar al país, encontramos anexos documentos de personalidades y conocidos que dieron cuenta de su buen comportamiento y honorabilidad, incluso se cuenta con un certificado laboral de El Tiempo, firmado por su director, quien además había sido presidente de la república, Eduardo Santos (imagen 3), y finalmente, veríamos en la carta, la renuncia a los vínculos con Hungría, firmando ante el Alcalde Mayor de Bogotá y con una carta de naturaleza acompañada del visto bueno del presidente Alberto Lleras Camargo, y su entonces ministro de relaciones exteriores, Julio Cesar Turbay.

^{Imagen 3. Certificado laboral y personal de Péter Áldor firmado por el director de El Tiempo, Eduardo Santos[11].}

Bibliografía:

• Archivo General de la Nación. Sección Archivos Oficiales. Fondo Ministerio de Relaciones Exteriores. Transferencia 37. Grupo de nacionalidad. Cartas de naturaleza.

• Ariza Martínez, Juan Sebastián. Peter Aldor – Archivo. Disponible en: https://www.banrepcultural.org/coleccion-bibliografica/especiales/peter-aldor

• Ayala Diago, César Augusto. Colombia en la mira. Péter Áldor y el anticomunismo gráfico. Bogotá: Universidad del Rosario, 2021.