Palabras del Presidente Fernando Lugo Méndez, Presidente de la Republica de Paraguay y Presidente Pro tempore de Unasur, 11 de junio de 2012

Foto: Felipe Pinzón - OP. Cancillería.

Palabras del Presidente Fernando Lugo Méndez,  Presidente de la Republica de Paraguay  y Presidente Pro tempore de Unasur

Señor Presidente de la Republica de Colombia, Juan Manuel Santos, Señor Vicepresidente de la Republica de Colombia, Angelino Garzón, Señora  Secretaria General de UNASUR,  Doña María Emma Mejía,  Secretario General Entrante de UNASUR, Alí Rodríguez, Señores, Señoras y Cancilleres de UNASUR,  jefes de delegación, delegadas y delegados, invitados especiales, Señoras y Señores.

Con profunda alegría hemos llegado aquí a Colombia para esta transmisión de la secretaria general de UNASUR, mi saludo más afectuoso al gobierno y al pueblo colombiano y a pueblos miembros de UNASUR y  en primer lugar llegamos aquí con un espíritu agradecido, agradecer  a través del presidente de Colombia a este pueblo que nos ha acogido  con su hospitalidad y con su alegría. 

Hoy, nos reunimos para el acto de traspaso de la Secretaría General, en la cual la señora María Emma Mejía ha cumplido un rol fundamental en la construcción de esta estructura que hoy es UNASUR. Ella finaliza una gestión dinámica y con importantes avances en la consolidación institucional de UNASUR, de sus Consejos y de sus Grupos de Trabajo. Alí Rodríguez Araque le corresponderá dar continuidad a esta importante labor, en una gestión que se inicia con enormes desafíos. Su capacidad para llevar adelante las tareas de la Secretaría General de UNASUR está basada en su historia de vida, en su vasta experiencia de trabajo, y en los principios que defiende. Alí Rodríguez es un gran luchador, que en su momento soportó persecuciones por razones políticas, y siempre mantuvo un compromiso firme y militante con la lucha por la emancipación de los pueblos de nuestra América. Entre otras cualidades, es un hombre con vasta experiencia en temas energéticos, lo que resulta fundamental para el bloque en momentos que el Tratado Energético Suramericano se encuentra en proceso de elaboración. Su compromiso con la protección de los recursos naturales de nuestra América del Sur, constituye un aspecto esencial, ya que nuestros países poseen una enorme biodiversidad y recursos naturales estratégicos, que adquieren cada vez mayor relevancia a nivel mundial.

El contexto de crisis del modelo económico global, demuestra hoy más que nunca  la vigencia de los objetivos y principios de este espacio que reúne a los países de nuestra América del Sur. El modelo que ha privilegiado la lógica económica y que tiene como centro a los mercados y  no a la persona humana, no simplemente pasa por una crisis financiera, sino por una crisis estructural en la que los hombres, las mujeres, los jóvenes, los niños y las niñas, son los más afectados; es padecida por los pueblos del mundo en todas aéreas, en la salud, la educación, la seguridad,  y las comunicaciones. En nuestro continente paradójicamente, a pesar de que tenemos las principales reservas de recursos naturales estratégicos a nivel mundial, bosques, agua, petróleo, gas natural, minerales y una riquísima biodiversidad; nuestra historia se encuentra marcada por el despojo, la exclusión y la  pobreza. La brecha entre ricos y pobres ha aumentado hasta llegar a situarnos como el continente más desigual del mundo y la explotación irracional de nuestros recursos  naturales ha alcanzado niveles inaceptables, tomando en cuenta los elementos que componen nuestra realidad, tanto los problemas como las potencialidades  de nuestros países, y concebimos a UNASUR como la construcción participativa y consensuada de un espacio de integración y unión en lo cultural, lo social, económico y político entre los pueblos. Esta unión de voluntades otorga prioridad al dialogo político, las políticas sociales, la educación, la energía, la infraestructura, la salud y el medio ambiente, con miras a eliminar la desigualdad socioeconómica, lograr la inclusión social y la participación ciudadana, fortalecer la democracia y reducir las asimetrías en el marco del fortalecimiento de la soberanía e independencia de los Estados, tal como lo señala nuestro tratado constitutivo.

La Unión de Naciones Suramericanas  a pesar de su reciente asistencia formal, es producto de la maduración y la voluntad política de los Estados miembros, desde su creación se ha consolidado como un espacio dinámico de dialogo con identidad propia, de respeto y confianza y tiende a desarrollarse como una comunidad armónica, integrada y cooperativa en el contexto de la geopolítica mundial, nuestros países lograron plasmar los principios constitutivos de UNASUR en objetivos concretos, los cuales requieren de una institucionalidad con visión y estrategia compartida  para poder concretarse. Los consejos y grupos de trabajo encargados de cada área, lograron formular una agenda de planes y acciones prioritarias con miras a ir superando los problemas que aquejan a nuestro continente. En el ámbito energético,  Sudamérica tiene una deuda enorme con muchas personas, en el siglo XXI, siguen sin acceso a la energía eléctrica a pesar de contar con diversas fuentes energéticas y de tener la potencialidad de producir energía limpia y renovable.

Mi país genera nueve veces más energía de la que utiliza, tiene la capacidad de producir energía limpia, renovable y con excedentes para la exportación a mercados hoy necesitados de energía sustentable entre los mismos miembros del bloque, para el Paraguay es imperioso avanzar en lo relativo al libre tránsito en el marco de la solidaridad y complementariedad fomentadas en nuestro bloque. UNASUR promueve la integración energética con miras  a la recuperación de la soberanía, la seguridad energética y las medidas tendientes a la liberación de asimetrías existentes. En este sentido, hemos avanzado en el establecimiento de un grupo de trabajo que redacte el Tratado Energético Suramericano, que sienta las bases para el manejo soberano de la energía que produce cada uno de nuestros países. 

Con respecto a lo social, las desigualdades y brechas entre ricos y pobres, se profundizan cada vez más, existe una enorme población excluida que clama sus derechos y demanda respuestas efectivas y urgentes a nuestros gobiernos. Los cambios profundos en el orden social que buscamos instalar desde UNASUR, requerirán del esfuerzo de todos y de todas, será el producto de la participación de los pueblos, de las voluntades de nuestros gobiernos y de la integración solidaria que apunta a superar las desigualdades existentes, la desigualdad y la integridad, también serán en el área de la salud, los gobiernos de la región han desarrollado políticas tendientes a mejorar las condiciones de vida de los habitantes  de nuestros pueblos, logrando especiales avances en materia de equidad, acceso, cobertura y calidad de la atención en salud. Sin embargo, los esfuerzos individuales de los países, aunque son importantes, no son suficientes, solo a través de la integración en bloque que comparten necesidades e intereses comunes, tendremos la fuerza de instalar cambios que respondan a nuestras necesidades, un logro reciente y muy destacable, constituye el esfuerzo conjunto y coordinado de los países del bloque, que luego de intensas negociaciones en la Asamblea Mundial de la Salud, ha logrado abrir un proceso para favorecer la investigación y producción de medicamentos que respondan a las necesidades del continente suramericano, para enfermedades que afectan especialmente a los mas excluidos, de manera de garantizar el acceso de nuestras poblaciones a los fármacos fundamentales  a un costo razonable.

En cuanto a Infraestructura, es destacable el trabajo que se está llevando a cabo en torno a la agenda Prioritaria de Proyectos de Integración, que constituye un paso histórico en el proceso de integración física regional. Esta agenda responde a la necesidad de interconectar a nuestros pueblos, de facilitar la comunicación entre nuestras ciudades, y de superar las asimetrías entre nuestros países. Además de los trenes, caminos y vías fluviales, no hay que perder de vista a las personas que los utilizarán, para integrar física y socialmente a nuestra América del sur.

Es necesario mencionar también la iniciativa de desarrollar la Red de Conectividad Suramericana, que optimizará el tráfico de las comunicaciones e Internet en la región, y la Red Suramericana de Medios Públicos, que será una herramienta de integración, inclusión social educativa y tecnológica.

Fortalecer el eje de defensa regional es esencial en el contexto de multiplicación de los centros de poder a nivel global. UNASUR se plantea como un espacio de coordinación y defensa común de la soberanía nacional y territorial de los Estados miembros. Nuestro marco de acción incorpora acciones orientadas al mantenimiento de una zona de paz, la armonización de políticas de defensa y el inventario de capacidades militares, así como acciones tendientes a conocer las condiciones de respuesta ante casos de desastres naturales.

La transparencia en los gastos militares y de seguridad constituye una muestra de confianza entre los estados suramericanos. Confianza tendiente a la construcción de estrategias de defensa regional y de promoción de la paz.

Estimados miembros de Unasur a través de la unión y la integración, esta Unión de Naciones Suramericanas ha logrado fortalecer las bases para la consecución de sus objetivos, orientados a encontrar respuestas creativas a las necesidades de los pueblos utilizando el potencial que poseemos en la región.

Hoy contamos con una agenda regional en distintas áreas, que nos reafirma que el camino de la unión, la complementariedad, la solidaridad y la cooperación por el que nos encontramos transitando, es el más efectivo para lograr cambios profundos y sostenibles.

Este es el momento político en que nuestros países deben aunar esfuerzos para avanzar hacia una América del Sur más equitativa, solidaria y soberana, y utilizar este espacio de encuentro y diálogo para resolver nuestras diferencias y para construir consensos.

Tengo la confianza de que la gestión de Alí Rodríguez avanzará hacia una América del Sur verdaderamente soberana, que busque superar las desigualdades dentro y entre cada uno de nuestros países.

Finalmente, en nombre de los doce países que integramos este bloque, agradezco nuevamente a María Emma Mejía por su excelente gestión a cargo de la Secretaría General, y deseo éxitos a Alí Rodríguez, quien asume hoy este gran desafío.

Muchas gracias.

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