Cartagena. (Oct. 17/11). La Directora de Asuntos Económicos y de Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, recibió hoy la presidencia de la conferencia de las partes de la Convención de Basilea, por parte del Secretario Adjunto de la Sección de Evaluación de Políticas en el Departamento de Comunidades y Población de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Australia, Barry Reville.
Colombia como país anfitrión, busca según Caballero, minimizar y prevenir la generación de desechos tóxicos. "Para Colombia, como para muchos de los países desarrollados que nos acompañan hoy es muy importante que no existan incentivos perversos para generar mayores cantidades de desechos. Lo que se está buscando en la cadena productiva es que desde el comienzo, dentro de la óptica del ciclo de vida de los productos, se minimice al máximo la generación de este tipo de desechos de la fuente", dijo.
Para la funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores, el tratamiento de los desechos peligrosos requiere de acciones mancomunadas y de carácter multilateral: “Ningún país puede resolver de una manera unilateral este tema, por lo tanto es supremamente importante y cada día cobra mayor vigor y mayor importancia, el objetivo que se trazó en esta convención que ha cumplido ya en más de dos décadas. Los desechos peligrosos hacen parte de nuestra vida cotidiana y son una preocupación global que solo puede ser remediada por medio de esfuerzos multilaterales que puedan proveer soluciones concretas, implementables, que se puedan hacer cumplir y que sean conscientes con las necesidades actuales de nuestro mundo”.
Asimismo, aseguró que para Colombia como para muchos países desarrollados es importante que no existan “incentivos perversos” para generar mayores cantidades de desechos pues el objetivo es que desde el inicio de la cadena productiva se minimice al máximo la generación de los desechos peligrosos. Anotó que una gran parte de los desechos se pueden recuperar al finalizar su ciclo de vida y que existe gran interés de parte de ciertos países por trabajar con estos elementos.
Enfatizó en que la relevancia de este Convenio radica en que regula estrictamente el movimiento transfronterizo de los residuos peligrosos, al mismo tiempo que establece obligaciones que aseguren el control de los mismos, y de manera especial, de su disposición.
Basilea entró en vigencia en mayo de 1992 como respuesta de la comunidad internacional a los problemas causados por la producción mundial de toneladas de desechos peligrosos.
La conferencia de las partes del Convenio de Basilea comenzó esta mañana y se extenderá hasta el próximo 21 de octubre. Las reuniones de los delegados de los 115 países que asisten se realizan en el Centro de Convenciones de Cartagena.
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