Bogotá (jul. 13/18). Se realizó el lanzamiento del libro Música en las Fronteras en el Teatro Zulima de Cúcuta, en un evento que contó con la presencia y participación del Director para el Desarrollo y la Integración Fronteriza de Cancillería, Víctor Bautista, y del Gobernador de Norte de Santander, William Villamizar Laguado.
La publicación Música en las Fronteras se presentó en el marco de un conversatorio orientado por María Claudia Parias, Presidenta Ejecutiva de la Fundación Nacional Batuta, y en el cual el maestro Javier Gil, autor del libro, y Victor Bautista, Director para el Desarrollo y la Integración Fronteriza del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, dialogaron sobre los alcances e impactos del Plan Fronteras para la Prosperidad así como sobre la importancia del proyecto Música en las Fronteras y del componente cultural y artístico incorporado a esta estrategia de integración fronteriza.
Música en las Fronteras ha sido, desde su implementación en 2013, un proyecto de gran relevancia para la Cancillería y la Fundación Nacional Batuta, con el que se han beneficiado más de 9 mil niños, niñas, adolescentes y jóvenes mediante procesos de formación musical en ensambles de iniciación, coros y orquestas sinfónicas, asentados en las zonas fronterizas de Colombia.
Bajo el modelo de Orquesta Escuela de Batuta, el proceso de formación permite que sus participantes potencien sus habilidades musicales, sociales y valores como disciplina, respeto, responsabilidad, distribución y aprovechamiento eficiente del tiempo, trabajo en equipo, compañerismo y cooperación, entre otros.
El proyecto también ha contribuido a impulsar y apoyar el desarrollo social y económico de las poblaciones en las fronteras terrestres, fluviales y marítimas del país, mediante la generación de oportunidades de inclusión social, el fortalecimiento y la integración con los países vecinos y la diminución de la brecha que existe en materia de accesos culturales entre las zonas de fronteras y el resto del país.
Durante los últimos cinco años, Música en las Fronteras se viene desarrollando en 14 centros musicales ubicados en 14 municipios de 9 departamentos de zonas fronterizas de Colombia, los cuales alcanzaron una cobertura del 123% para una población compuesta por niños, niñas, adolescentes y jóvenes entre los 6 y los 19 años de edad – 53% del sexo femenino y 47% masculino-, de los cuales un 70% viven en condición de vulnerabilidad según su puntaje en el SISBÉN, y un 24% son víctimas del conflicto armado interno.
Con relación a la participación de etnias, la población se ha compuesto por beneficiarios afrocolombianos, indígenas, mestizos y raizales, de los cuales un 81% pertenecen al nivel socio económico 1, un 13% al 2 y el 5% de los participantes al 3. El proyecto también ha contado con la participación de 67 beneficiarios extranjeros, de los cuales 14 son originarios de Brasil, 22 de Ecuador, 1 de Perú y 31 de Venezuela.
Los aliados
Los entes territoriales y la empresa privada han apoyado activamente este proyecto. Tal es el caso de las alcaldías de Cúcuta, Villa del Rosario, Los patios (desde este año), Ipiales, Tumaco, Codazzi, y las gobernaciones de Norte de Santander, Arauca, Vichada y Nariño, las cuales consideran el proyecto como un elemento central de sus políticas públicas culturales por la evidente transformación social alcanzada desde la práctica musical y la creación de agrupaciones musicales infantiles y juveniles estables. Su apoyo técnico y financiero ha hecho posible que Música en las fronteras tenga garantizada su sostenibilidad cultural, artística, financiera y comunitaria.
Por su parte, las empresas Amerisur, Chevron, Vetra, Idupalma, Oleoflores, entre otras, se han vinculado a Música en las Fronteras pues para ellos, el proyecto representa una oportunidad para atender las necesidades básicas de las comunidades de frontera; para apoyar el desarrollo integral de los niños y jóvenes en situación de riesgo y vulnerabilidad; contribuyendo a garantizar la permanencia en la escuela y para inculcar valores asociados al modelo Orquesta-Escuela como lo son, el trabajo en equipo, la responsabilidad en el cumplimiento de metas y tareas, el respeto por los demás, la valoración de la diversidad y la diferencia y el desarrollo de habilidades para la vida.
Música como mecanismo de integración fronteriza
El proyecto Música en las Fronteras ha permitido una interacción muy activa entre los niños y jóvenes de las zonas de frontera, convirtiéndose en un mecanismo efectivo de integración fronteriza. Ha permitido, de hecho, la creación de orquestas binacionales, como la Orquesta Binacional Tricolor en la frontera colombo-ecuatoriana; la Orquesta Trinacional Amazónica en las fronteras amazónicas de Colombia, Perú y Brasil; y diversas orquestas binacionales en la frontera con Venezuela. La potencia de la música como factor de integración fronteriza se ha evidenciado en los más de 60 conciertos de carácter regional que se han llevado a cabo a lo largo de los cinco años de existencia del proyecto.
Por otra parte, Música en las Fronteras se ha convertido en una red que posibilita intercambios y conexiones entre las distintas zonas fronterizas, así como la movilidad de jóvenes beneficiarios quienes, gracias a la labor de la Fundación Nacional Batuta, han podido integrarse a otros proyectos musicales de Colombia y el mundo. En este marco de acción, se destaca el concierto de la Orquesta Sinfónica Trinacional integrada por niños y jóvenes de Tulcán (Ecuador), Ipiales, Puerto Asís, Tumaco, Quibdó, (Colombia), San Antonio del Táchira, San Cristóbal, Tavira y Capacho (Venezuela), en el Teatro Zulima de Cúcuta, Norte de Santander.
Varios de los integrantes del proyecto Música en las Fronteras han participado en festivales y giras internacionales como la Via dei Concerti en Italia y el Proyecto 10 de Madrid. Así mismo, 25 adolescentes y jóvenes integraron la Orquesta Juvenil de América Latina que se conformó con niños de Brasil, Perú y Colombia, en septiembre de 2017.