Apoyado en expertos maestros de música y bajo la guía de un programa que vela por el acercamiento de la población de frontera a la cultura musical, el proyecto ‘Música en las fronteras’ -de la Cancillería y la Fundación Nacional Batuta- ha transfromado la geografía social de los habitantes de los confines.
Bogotá (oct. 2/17). Actualmente 1.688 niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ) de nueve departamentos fronterizos del país tienen la oportunidad de ejercer sus derechos culturales como parte del desarrollo integral de las personas que habitan en las fronteras de Colombia, tal y como lo establece el Plan Fronteras para la Prosperidad (PFP) -Plan liderado por la Cancillería-, a través de la exploración de sus habilidades artísticas mediante una formación musical de calidad ofrecida por la Fundación Nacional Batuta.
El Plan Fronteras para la Prosperidad se constituye en una guía clara al impulso del desarrollo social y económico de las poblaciones en las fronteras terrestres y marítimas de Colombia, mediante la generación de oportunidades económicas y de inclusión social, fortaleciendo, a su vez, la integración con los países vecinos. De ese modo desde el 2012 pretende disminuir la brecha que existe en materia económica y social entre las zonas de fronteras y el resto del país, permitiendo una dinámica propia y fortalecida en lo local.
Música en las fronteras es un proyecto que también es apoyado financieramente por alcaldías y gobernaciones y algunas empresas privadas, principalmente del sector petrolero, que se centra en la formación musical grupal -ensambles de iniciación y orquestas sinfónicas- de niños, niñas, adolescentes y jóvenes colombianos entre los 7 y 22 años de edad. En la actualidad funcionan los ensambles de iniciación, grupos sinfónicos y orquestas en los municipios de Maicao, Agustín Codazzi, los Patios, Villa del Rosario, Cúcuta, Riosucio, Unguía, Arauca, Puerto Carreño, Tumaco, Ipiales, Puerto Asís, Puerto Leguízamo y Leticia.
Durante este año, se ha beneficiado directamente a 1.688 niños y jóvenes en 14 centros musicales ubicados en nueve departamentos. La notable acogida del proyecto y el aumento gradual de beneficiarios ha generado la posibilidad de que los niños y jóvenes participen en varios programas de formación en los mismos territorios.
Esta gran cobertura ha fortalecido los escenarios de promoción cultural y los procesos de integración binacional, por ejemplo, en las zonas de frontera colombo-peruana, y colombo-venezolana y colombo-brasilera, en las cuales se ha avanzado hacia la consolidación de intercambios entre niños y jóvenes de los dos lados de la frontera y en la creación de orquestas fronterizas.
Entre las orquestas de frontera de mayor representatividad se encuentran la Orquesta Sinfónica Tricolor Binacional, ubicada en la frontera entre Colombia y Ecuador en los municipios de Ipiales y Tulcán, y la Orquesta sinfónica Juvenil Metropolitana Batuta Francisco de Paula Santander, ubicada en Cúcuta.
En lo transcurrido de este año, también se destaca la participación de dos estudiantes de Batuta en el Festival Vía Dei Concerti en España e Italia y el incremento de estudiantes y maestros venezolanos en los centros musicales fronterizos. Adicionalmente, más de 30 jóvenes instrumentistas integrarán la Orquesta Juvenil de América Latina, que reúne 101 jóvenes músicos de procesos de formación musical de Brasil, Colombia y Perú.