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"Entregamos un país mejor y eso es gracias a ustedes”: Presidente Santos en la celebración del Día del Servidor Público

 

Bogotá (jun. 28/18). La Canciller María Ángela Holguín, junto al Presidente Juan Manuel Santos y miembros de su gabinete ministerial, asistió a la conmemoración del Día del Servidor Público, evento que resalta el compromiso, el esfuerzo y la dedicación que ponen estas personas al servicio de nuestro país.

Durante el encuentro, el Primer Mandatario colombiano resaltó: “El país que tenemos es el resultado de las huellas que dejaron nuestros antepasados. Esas huellas mezcladas con las nuestras serán las que nos van a dar las pistas para seguir construyendo el país del futuro y eso no podemos olvidarlo (...) Entregamos un país mejor y eso es gracias a ustedes”.

De igual manera, el Jefe de Estado dejó un mensaje a todos esos colaboradores que con su esfuerzo logran avanzar hacia un mejor país: “Me voy con la confianza de que los servidores públicos colombianos se sienten más valorados y más queridos que hace ocho años. Gracias a ustedes cumplimos y puedo ir a cuidar a mi nieta con una gran satisfacción y con una gran gratitud".

 

Palabras del Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, en el Día del Servidor Público

A los queridos ministros y directores –líderes de los 24 sectores administrativos–, a los gerentes de las 191 entidades del Gobierno nacional, al millón doscientos mil colombianos servidores públicos: maestros, soldados, policías, profesionales, y a todos los que han hecho posible los logros del video que acabamos de ver:

¡Muchísimas gracias y feliz día!

Simón Bolívar –en su inmensa lucidez– solía decir que el verdadero éxito radicaba en ser grande… y en ser útil. Según nuestro Libertador, la gloria no se alcanzaba exclusivamente a través del triunfo personal: había que ser, además, un instrumento para la prosperidad colectiva.

Nada más cierto.

Una sociedad que se reconoce a sí misma como un sistema humano interconectado y no como una mera agrupación de individualidades es una sociedad capaz de mirar de frente al futuro con optimismo y esperanza.

Eso lo entienden muy bien los servidores públicos colombianos comprometidos SIEMPRE con el progreso de Colombia.

Ustedes saben –o, más bien, nosotros sabemos, porque con mucho orgullo puedo decir que somos colegas– lo fundamental que es realzar el valor del servicio público y honrarlo todos los días.

El propósito de ser cada vez mejores personas y mejores ciudadanos, nos exige unión y trabajo en equipo, sin dejar de reconocer –y celebrar– nuestras diferencias.

Para estar a la altura de ese reto, los servidores públicos debemos ser innovadores, críticos, analíticos, participativos y –muy importante–: íntegros.

La vocación de servicio es, también, una responsabilidad porque implica trabajar con la convicción de que nuestras acciones, incluso las más pequeñas, tienen el potencial de transformar vidas.

Estoy seguro de que ustedes comparten conmigo esa convicción y que piensan lo mismo que yo: que no existe nada más gratificante, ni más noble, que servir a los demás.

Siempre he creído que un servicio público bien organizado y responsable es algo así como un puerto seguro al que podemos acudir cuando hay que poner a salvo lo que consideramos esencial como Estado.

De ahí el protagonismo que le dimos, desde el primer día, a los principios del Buen Gobierno, eje transversal de nuestras políticas públicas que el equipo de Función Pública –con Liliana Caballero a la cabeza– nos ha ayudado a consolidar.

Esos principios se han traducido en una gestión pública efectiva que nos permitió, hace más de un año, tener el visto bueno de la OCDE en el Comité de Gobernanza Pública.

Hoy en día contamos con entidades transparentes que rinden cuentas, que luchan contra la corrupción, que estimulan la participación de la ciudadanía y que mejoran su calidad de vida.

Un ejemplo claro de esto último fue la cruzada antitrámites.

Suprimimos o racionalizamos más de 2 mil doscientos trámites. Esto generó grandes ahorros de tiempo y recursos: solo en los 3 últimos años los ciudadanos ahorraron 62 mil millones de pesos y la administración 14 mil millones.

Ya no hay que perder una mañana para apostillar un documento oficial o para sacar el pasado judicial.

Actualmente, 55% de los trámites se pueden adelantar en línea, con lo cual les ahorramos tiempo y recursos tanto a los ciudadanos como a la administración. Hacer vueltas nunca fue tan fácil, aunque siga siendo difícil.

A lo largo de estos años, adoptamos varias medidas sustanciales que enaltecieron el servicio público:

Por ejemplo, con la sanción del Estatuto Anticorrupción en 2011, los jefes de control interno de las entidades públicas pasaron a ser designados por mí como Presidente, previo concurso público y abierto, y dependen directamente de la Presidencia de la República.

Procuramos hacer de las oficinas de control interno un modelo de transparencia porque –como siempre digo– son mis ojos y mis oídos, son como agentes que velan por el funcionamiento honesto y eficiente de nuestras instituciones.

Todos, absolutamente todos, escogidos por méritos y no por palancas o a dedo.

Por otro lado, impulsamos un empleo público más meritocrático y más incluyente.

La meritocracia ha ido dejando de ser solo un concepto.

Ahora los servidores de libre nombramiento y remoción, los directores regionales de las entidades, los gerentes de los hospitales, los curadores urbanos, los personeros, y próximamente los defensores públicos, ingresan al servicio público, después de un proceso meritocrático.

A la fecha, hemos formalizado más de 24 mil empleos –lo que ha generado una significativa reducción de contratos de prestación de servicios– y la Comisión Nacional del Servicio Civil ha ofertado más de 98 mil empleos a través de 387 convocatorias.

Igualmente, la inclusión ha estado marcando la pauta en el empleo público.

El 51% de los empleos del gobierno nacional lo ocupan mujeres y estamos cumpliendo con creces –y con alegría– la ley de cuotas: ellas están en 43% de los cargos directivos en todo el Estado.

Nos la hemos jugado por vincular a los mejores talentos jóvenes al servicio público.

Mediante el programa Estado Joven, 6.500 jóvenes han hecho sus prácticas remuneradas en todo el país –una inversión de más de 41 mil millones de pesos– y hemos facilitado que el primer empleo de los jóvenes sea con el Estado.

Además, el año pasado adoptamos las normas que facilitan el ingreso a los colombianos en situación de discapacidad al empleo público.

Si algo ha marcado el talente de este Gobierno ha sido su disposición absoluta al diálogo social.

Por primera vez se desarrollaron las normas para hacer efectiva la negociación colectiva con las organizaciones sindicales estatales: celebramos tres negociaciones, algo que no se había visto antes.

En cuanto a salarios, incrementamos los de los servidores públicos en un punto adicional por encima de la inflación. Y en beneficios laborales, invertimos, en total, casi 5,5 billones de pesos desde 2010.

También le apostamos a la capacitación para tener más servidores motivados, interesados y competentes.

Otorgamos mil becas para pregrado y posgrado en los últimos cuatro años, y organizamos 22 diplomados en Alta Dirección del Estado que responden a los más altos estándares de calidad.

Y hay otras iniciativas exitosas:

Algunas han respondido a necesidades puntuales, como el programa de bilingüismo para servidores o la implementación de la estrategia de teletrabajo y horarios flexibles.

Otras, incluso, nos han revelado talentos ocultos del canto y del baile como la organización del concurso ‘Los servidores públicos tienen talento’ que va ya por su tercera edición y cuyos ganadores nos acompañaron hoy interpretando el himno nacional.

Queridos amigos:

El país que tenemos, en el que hemos crecido, es el resultado de las huellas que dejaron nuestros antepasados, nuestros padres y nuestros abuelos.

Esas huellas mezcladas con las nuestras –con las mismas que estampamos en la cartelera de la entrada– serán las que nos van a dar las pistas para construir el país del futuro.

No podemos olvidarlo.

A pocas semanas de cesar funciones como Presidente, me voy con la confianza de que los servidores públicos colombianos se sienten más valorados y más queridos que hace ocho años.

Me voy con la inmensa satisfacción del deber cumplido, y ustedes, los servidores públicos, han sido...

Me voy, también, con el corazón desbordando gratitud y aprecio por mi equipo más cercano y por todos los servidores públicos:

Fue por su entrega que nos trazamos metas ambiciosas que parecían inalcanzables.

Y fue por su pasión que logramos superarlas.

Gracias a ustedes les dejamos un país mejor a las nuevas generaciones, a las generaciones de la paz.

¡Gracias a ustedes cumplimos!

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