Como miembros de la Alianza Internacional para la Prevención de la Violencia Sexual en los Conflictos (PSVI), seguimos alarmados por la magnitud de la violencia sexual relacionada con los conflictos (VSRC) en todo el mundo, con un aumento del 50% de los casos verificados por la ONU en 2023. Por ello, acogemos con satisfacción el Informe del Secretario General sobre la violencia sexual en los conflictos, en el que se ponen de relieve numerosas tendencias preocupantes y se esbozan importantes recomendaciones que deben llevarse a la acción.
Nos unimos para condenar inequívocamente todas las formas de violencia sexual y pedimos una acción concertada para su prevención, para garantizar que los supervivientes y los niños afectados reciban el apoyo y la protección que necesitan y para que los responsables rindan cuentas. Como se pone de relieve en el informe, la violencia sexual y de género sigue estando muy extendida en todo el mundo y destacamos las siguientes situaciones preocupantes.
El reciente primer aniversario ha sido un recordatorio alarmante de que la situación de las mujeres y las niñas en Sudán sigue siendo crítica. Compartimos la profunda preocupación del Secretario General por el creciente riesgo de violencia sexual para quienes huyen del conflicto y por los casos de violencia sexual y de género que implican a las Fuerzas de Apoyo Rápido y a las Fuerzas Armadas Sudanesas, así como por los informes sobre secuestros, trata de personas y esclavitud sexual. Hacemos un llamado al cese de la violencia, a un alto el fuego inmediato y sostenible con una participación significativa de las mujeres en cualquier proceso, y a un acceso humanitario garantizado y seguro para asegurar que las supervivientes puedan acceder a los servicios que necesitan desesperadamente.
Condenamos la VSRC que tiene lugar en Ucrania y estamos consternados por las crecientes evidencias de violencia sexual cometida por las fuerzas rusas contra civiles y prisioneros de guerra ucranianos, lo que indica su uso como táctica de guerra. Tomamos nota también de que los tribunales ucranianos han condenado a cinco autores de la violencia sexual y de género que luchaban para las fuerzas armadas rusas, y de que se están investigando más casos.
Con la mirada puesta en Oriente Medio, en particular en Israel, la Franja de Gaza y el resto de los Territorios Palestinos Ocupados, incluido Jerusalén Oriental, condenamos todas las denuncias e informes de VSRC. Reiteramos el llamamiento del Secretario General para que se lleven a cabo investigaciones exhaustivas y hacemos hincapié en la necesidad de adoptar un enfoque centrado en las supervivientes, de liberar inmediatamente a los rehenes, de prestar apoyo a los supervivientes y de tratar a los detenidos con dignidad y de conformidad con el derecho internacional.
Denunciamos y condenamos toda la violencia sexual que se está perpetrando en la República Democrática del Congo. La violencia sexual y de género está muy arraigada y los casos aumentan a un ritmo muy preocupante. También hacemos eco de las preocupaciones expuestas en el informe sobre la agravación de los riesgos de violencia sexual como consecuencia de la escalada del conflicto armado y el recrudecimiento de la situación humanitaria y de seguridad.
Juntos, insistimos en la importancia de una acción concertada para proporcionar a las sobrevivientes servicios rápidos y de calidad, exigir responsabilidades a los agresores y prevenir nuevos actos de violencia sexual, entre otras cosas mediante la ampliación de las medidas de seguridad.
La violencia sexual en todas sus formas debe terminar, los agresores deben rendir cuentas y las sobrevivientes deben recibir apoyo. Como miembros de la Alianza Internacional para la Prevención de la VSRC, seguiremos alzando nuestras voces, apoyando a las sobrevivientes y trabajando para poner fin a la VSRC en todos los rincones del mundo.
International Alliance joint statement in response to the Secretary General’s report on conflict-related sexual violence (CRSV)
As members of the International Alliance on Preventing Sexual Violence in Conflict (PSVI), we remain alarmed by the scale of conflict-related sexual violence (CRSV) globally, with a 50% increase in UN verified cases in 2023. We therefore welcome the Secretary General’s Annual
Report on CRSV, compiled by the Office of the Secretary-General on Sexual Violence in Conflict, which highlights many concerning trends and outlines important recommendations, which must be acted upon.
We stand together to condemn unequivocally all forms of sexual violence and call for concerted action for its prevention, to ensure survivors and children affected receive the support and protection they need and to hold perpetrators to account. As highlighted in the report, CRSV remains widespread globally and we shine a light on the following situations of concern.
The recent one-year anniversary was a sobering reminder that the situation for women and girls in Sudan remains critical. We share the Secretary General’s deep concern over the increasing risk of sexual violence for those fleeing conflict and cases of CRSV implicating Rapid Support Forces and Sudanese Armed Forces, as well as reports of abduction, trafficking and sexual slavery. We echo his call for the cessation of violence, an immediate and sustainable ceasefire with meaningful participation of women in any process, and for guaranteed and safe humanitarian access to ensure that survivors can access the services they desperately need.
We condemn CRSV occurring in Ukraine and are appalled by the mounting evidence of sexual violence committed by Russian forces against Ukrainian civilians and prisoners of war, indicating its use as a tactic of war. We note also that Ukrainian courts have convicted five perpetrators of CRSV fighting for the Russian Armed Forces, with more cases being investigated.
Looking to the Middle East, in particular in Israel, the Gaza Strip, and the rest of the Occupied Palestinian Territory, including East Jerusalem, we condemn all allegations and reports of CRSV. We echo the Secretary General’s call for thorough investigations and emphasis the need for a survivor-centered approach, for hostages to be released immediately, for survivors to be supported and for detainees to be treated with dignity and in line with international law.
We denounce and condemn all sexual violence being perpetrated in the Democratic Republic of Congo. The perpetration of CRSV is widespread, with cases mounting at a deeply concerning rate. We also echo concerns outlined in the report of exacerbated risks of sexual violence as a result of escalating armed conflict and the worsening humanitarian and security situation.
Together, we stress the importance of concerted action to provide survivors with prompt and quality services, hold perpetrators to account and prevent further sexual violence, including through the scaling up of security measures.
Sexual violence in all forms must stop, perpetrators must be held accountable and survivors must be supported. As members of the International Alliance on PSVI, we will continue raising our voices, supporting survivors and working to end CRSV in all corners of the world.
1 NB: Ukraine to confirm final figure ahead of publication