Nueva York (feb. 14/20). En la sede de la ONU se dio inicio a la primera reunión de las negociaciones intergubernamentales (IGN por sus siglas en inglés) sobre la cuestión de la representación equitativa y la ampliación de la composición de los miembros del Consejo de Seguridad y otros asuntos relacionados.
Cerca de 70 Estados miembros intervinieron, tanto a título nacional, como a través de los diferentes grupos de diálogo (G4, L69, C10, África y Caricom, entre otros), buscando avanzar en la formulación de propuestas para una reforma del Consejo de Seguridad.
La participación de Colombia estuvo liderada por el representante permanente ante la ONU, embajador Guillermo Fernández de Soto, quien resaltó la importancia de avanzar decididamente en la reforma del Consejo sobre la base de los intercambios y del diálogo sostenido durante los años recientes y los principios rectores de este proceso.
“Un Consejo más representativo, equilibrado regionalmente, democrático y transparente, significa un beneficio de vital trascendencia para fortalecer y revitalizar el sistema multilateral en su conjunto”, puntualizó.
El embajador Fernández de Soto igualmente anotó que “No se trata sólo de asignar nuevos escaños, sino integrar democráticamente la voz de toda la membrecía. Por lo tanto, se requieren deliberaciones más integrales a la luz de los cambios en el orden internacional”.
Reiteró que la discusión sobre los grupos temáticos ejes de la reforma, se debe mantener, haciendo hincapié en tres elementos claves: (i) las categorías de membrecía del Consejo; (ii) la representación regional; (iii) y la cuestión del veto.
Para impulsar la reforma del Consejo, Colombia hace parte del grupo de países Unidos por el Consenso (UFC), junto con Argentina, Canadá, República de Corea, Costa Rica, España, Indonesia, Malta, México, Pakistán, San Marino, Turquía e Italia, siendo este último el coordinador del grupo. Por su parte, China participa activamente como observador.
El proceso IGN fue establecido por la Asamblea General en 2008, mediante la Resolución GA/62/557 y busca favorecer el diálogo en torno a cinco áreas temáticas, como los métodos de trabajo del Consejo, la representación geográfica o el derecho del veto, sobre las cuales se debe formular una nueva estructura de dicho órgano de la ONU.
