Nueva York (jun. 4/20). El Embajador Guillermo Fernández de Soto, Representante Permanente de Colombia ante las Naciones Unidas, participó en la reunión del “Grupo de Amigos de la Migración” que trató el vínculo entre la migración y la salud y los efectos del COVID-19 en las remesas.
Esta sesión estuvo presidida por el Ministro para la Diáspora y el Desarrollo Internacional de Irlanda y contó la participación del Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la financiación de la Agenda 2030. Asimismo, asistieron expertos provenientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA).
En su intervención, el Embajador Fernández de Soto resaltó la situación que padece Colombia dado el alto volumen de migrantes y refugiados provenientes de Venezuela, el cual asciende a 1 millón 800 mil personas. Describió las medidas solidarias que adelanta el país para la atención de los migrantes y refugiados venezolanos en época de pandemia e hizo énfasis en la necesidad de contar con la solidaridad y la cooperación de la comunidad internacional para atender esta apremiante situación. Resaltó el impacto negativo que tiene la pandemia en las remesas que percibe la economía colombiana, las cuales tuvieron una disminución en el primer trimestre del año en un 38%.
“Como el Secretario General mencionó en su nuevo resumen de políticas, titulado COVID-19 y Gente en movimiento, esta emergencia es una oportunidad para reinventar la movilidad humana. Por esa razón, debemos observar cuidadosamente el nexo entre salud y economía. No podemos abordar la pandemia solo desde una perspectiva. Es necesario un enfoque holístico para lograr una recuperación sostenible. Un enfoque global es crítico”, concluyó el Fernández de Soto.
El Grupo de Amigos de la Migración en New York, está liderado por las Misiones Permanentes de México, Irlanda, Bangladesh y Benín. Este Grupo mantiene un diálogo permanente sobre temas de migración en seguimiento a la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes del 2016 y al Pacto Global para una Migración Ordenada, Segura y Regular del 2018.
