Bogotá (jun. 23/20). Como parte de la conmemoración del día mundial de los refugiados, la Organización de Estados Americanos y el Club Rotario de Washington Global organizaron este martes la conferencia sobre Migrantes y Refugiados en las Américas en el contexto de la pandemia COVID-19.
Durante el evento, que contó con la participación del Secretario General de la OEA, Luis Almagro; el Secretario General de Rotary International, John Hewko; el Enviado especial de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) para la respuesta a la situación de migrantes y refugiados venezolanos, Diego Beltrand; y la Ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Alexandra Hill; la Canciller Claudia Blum resaltó la importancia de tener espacios como este para evaluar los retos que actualmente enfrentamos como países y como región ante la migración venezolana.
La Ministra Blum recordó que Colombia siempre ha abordado la situación de refugio con un carácter humanitario que el país continuará defendiendo y explicó que en los últimos años, Colombia pasó de ser un país de origen de flujos migratorios a convertirse en un país de tránsito y acogida de migrantes y solicitantes de refugios.
Actualmente la población venezolana es la segunda migración forzada más grande del mundo y Colombia decidió acoger al pueblo venezolano con sentido humanitario, sin imponer barreras migratorias a quienes se han visto obligados a salir de su país.
“Un millón ochocientos mil venezolanos viven en Colombia, trescientos setenta mil niños acceden a escuelas públicas de nuestro país y aproximadamente ochocientos mil migrantes han accedido a nuestros servicios en sistema de salud”, indicó la Canciller Claudia Blum quien además enfatizó en que en Colombia hay alrededor de setecientos ochenta y cuatro mil migrantes venezolanos regularizados a través de mecanismos como el PEP que promueven una migración ordenada, regular y segura y permiten ejercer actividades laborales y el acceso a la seguridad social y a movilizarse libremente por el territorio nacional.
De igual forma, el Gobierno colombiano, buscando prevenir la discriminación y la xenofobia ha implementado acciones como otorgar la nacionalidad a hijos de padres venezolanos nacidos y que estaban en riesgo de apatridia.
“Colombia ha destinado a la atención del éxodo venezolano cerca de medio punto del PIB, un poco más de mil millones de dólares”, agregó la jefe de la cartera de relaciones exteriores quien concluyó diciendo que la dimensión de esta migración exige apoyo por parte de la comunidad internacional y que su solidaridad cobra especial urgencia en el marco de la emergencia del COVID-19.
“Colombia seguirá comprometida a acoger e integrar a los venezolanos que lo necesiten, tanto a los refugiados como a la población migrante, por esto es preciso insistir en la necesidad de unir esfuerzos. Invitamos a la comunidad internacional a nunca olvidar la tragedia humana que vive el pueblo venezolano”, puntualizó la Ministra.
