- La Cancillería abrió, a través de su Academia Diplomática y del Centro de Pensamiento Estratégico, La Cátedra sobre Resolución Pacífica de Controversias.
- "Nos enseñó con su palabra, con su ejemplo y con su actividad diplomática y política, que las controversias deben tener como norma, la preferencia por las soluciones civilizadas y pacíficas, llámese mediación o buenos oficios o simple intermediación". Así definió la Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, al ex Canciller Augusto Ramírez Ocampo.
Bogotá. A las 10 de la mañana, en el salón Bolívar de la Cancillería, la Ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, inauguró la Cátedra Augusto Ramírez Ocampo, sobre Resolución Pacífica de Controversias.
Durante su discurso, la Canciller Holguín se refirió al ex Canciller como un hombre que "enseñó a las nuevas generaciones de colombianos y latinoamericanos, el valor esencial de la vida y del optimismo, así como la importancia del diálogo y la necesaria comprensión del pensamiento y los anhelos de los otros, en cualquier proceso de solución pacífica de controversias".
La diplomática recordó los éxitos que ha tenido la política exterior colombiana, y manifestó el orgullo que se siente ser país fundador de la ONU.
"Los colombianos de hoy, sentimos un inmenso orgullo por haber sido país fundador de la ONU, por haber contribuido en nuestra medida al fortalecimiento de la sociedad internacional" señaló.
La Ministra destacó el papel de Augusto Ramírez Ocampo en el grupo Contadora, del cual lo definió como un catalizador en la búsqueda del diálogo y del consenso. "Para él, Contadora fue el primer esfuerzo serio de construcción de una solución latinoamericana a conflictos latinoamericanos".
María Ángela Holguín invitó a todas las personas a que participaran de tan importante Cátedra, ya que es consiente de que este tipo de "ejercicio, redundará en beneficio no sólo de Colombia y la Región, sino también en todas aquellas naciones que sufren el flagelo de la guerra y el conflicto armado", manifestó.
“La cultura de la paz, que es la cultura de la vida, se opone a la anticultura de la guerra, que es el cultivo de la muerte, y de lo que se trata es que los conflictos que afronta el ser humano, desde su concepción puedan resolverse por medio del diálogo, de la concertación, y de la aceptación de las diferencias, sin tener que ejercer para ello ninguna violencia física o moral”: Augusto Ramírez Ocampo
Buenos oficios, mediación y solución pacífica de controversias nacionales e internacionales, fueron su actividad”, explicó Holguín, quien además comentó que cuando Colombia ofició la Presidencia Pro Tempore del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, “solicitamos su consejo para llevar el tema de Haití como tema central”.
(Oct 25/11).
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