El 25 de agosto de 1987 en la ciudad de Medellín ocurrió uno de los crímenes más lamentables de la historia política y social de Colombia. Héctor Abad Gómez, después de haber sido diputado a la Asamblea de su departamento, representante a la Cámara por el Partido Liberal Colombiano y profesor de la Universidad de Antioquia, fue asesinado por sicarios cuando se dirigía al velorio de uno de sus amigos y compañeros, el abogado antioqueño Luis Fernando Vélez.

La vida de Abad Gómez fue un referente académico y social desde muchos sentidos. Por ejemplo, desde su ejercicio en la disciplina médica, fundó la Facultad Nacional de Salud Pública en la Universidad de Antioquia. Además, acompañaba su labor académica con columnas de opinión en los diarios El Espectador, El Tiempo y El Mundo; lo cual le generó muchas controversias y señalamientos, porque eran constantes sus pronunciamientos y denuncias sobre las condiciones sociales y marginales que las comunidades más vulnerables tenían en algunos tugurios de Medellín.   

Esta lucha social y política lo llevó a ocupar diferentes cargos públicos tanto adentro como afuera de Colombia, buscando a través de la labor y el compromiso con el Estado el mejoramiento de las condiciones sociales de los más desfavorecidos en el país. De este modo, trabajó en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y como consejero de la Embajada de Colombia en México, cargo en el que fue nombrado por el presidente Alfonso López Michelsen en 1977.

Historia Laboral de Héctor Abad Gómez en el Ministerio de Relaciones Exteriores.²

Durante su labor en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Héctor Abad Gómez se desempeñó con compromiso y lealtad al país, cuestión que a su regreso lo animó a trabajar con mayor ahínco por sus ideas políticas y sociales. Este compromiso llevó a que su labor periodística fuera mucho más radical, y debido a la violencia que se vivía en los años ochenta en Colombia, su vida fue objeto de amenazas por grupos al margen de la ley como los paramilitares.

Estos grupos consideraban que las ideas de Héctor Abad Gómez eran subversivas, por lo que los testimonios de algunos desmovilizados han señalado que fue asesinado por criminales que promovieron asesinatos e intimidación a líderes políticos y sociales en el departamento de Antioquia durante estos años. La investigación sobre su crimen sigue adelante y durante la presente década, su asesinato fue declarado delito de lesa humanidad por la Fiscalía General de la Nación.

Su recuerdo sigue aún presente en la memoria de muchos colombianos, que aún recuerdan su lucha y labor periodística, como un testimonio de la añoranza de Abad Gómez por un país mejor. Su hijo Héctor Abad Faciolince es un destacado periodista que ha preservado el legado de su padre a través del libro y documental El olvido que seremos³, con el cual se ha podido mostrar al mundo lo importante que fue este intelectual y la vida que dedicó por la justicia social en Colombia.

^1. Archivo Central del MRE, Historias Laborales, Caja 65501, carpeta 2.

^2. Ibid.

^3. Abad Faciolince, Héctor (2006). El olvido que seremos. España: grupo planeta.