El próximo 26 de septiembre, se conmemoran 222 años del nacimiento de Tomás Cipriano de Mosquera, uno de los militares, políticos, diplomáticos y estadistas más importantes de la historia de Colombia. La vida de este importante personaje de la nación ocupa un lugar central, dentro de las investigaciones y los cambios políticos que tuvo el país durante el siglo XIX.

La vida de Mosquera al igual que la de su familia, involucra una poderosa red de alianzas y cargos destacados en el país, que llevaron a que él fuera presidente de la república en cuatro ocasiones y sus hermanos grandes personalidades, incluyendo a su hermano Manuel José Mosquera, que llegó a la cumbre de la jerarquía eclesiástica al ser arzobispo de la ciudad de Bogotá por 18 años.

Pero uno de los aspectos pocos estudiados de su vida, es su correspondencia diplomática durante la presidencia de Simón Bolívar en los primeros inicios de la nación colombiana, esta involucra aproximadamente 745 folios que muestran aspectos de su temprana vida política y su contribución, a la creación y consolidación de la independencia en Colombia.

A continuación de su labor diplomática en 1845, fue nombrado presidente de Nueva Granada por el clero, el ejército y el partido Conservador, por lo que Tomás Cipriano de Mosquera en cabeza del ejecutivo, supervisaba los decretos y los actos administrativos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que en ese momento se encontraba unida con la del Interior, y que determinaban diversas reformas del Estado colombiano como era el ámbito educativo.

Paralelamente, durante este primer gobierno de Mosquera se llevarían grandes reformas al Estado como lo serían apertura del comercio exterior, eliminación de impuestos, la instauración del sistema métrico decimal en el país, escisión del Estado y la Iglesia católica, el inicio de la construcción del Capitolio Nacional y el primer censo nacional en la historia de Colombia.

Tomás Cipriano de Mosquera después de cumplir su mandato viajó a los Estados Unidos, para dedicarse a los negocios personales de su familia que involucraban diversas actividades comerciales, como lo era una casa comercial fundada por su familia en la ciudad de New York. No obstante, con el golpe militar de José María Melo en 1854 impulsada por artesanos de la ciudad de Bogotá regresa a Colombia, para alinearse junto a uno de los bandos del partido Liberal y Conservador y derrocar al dictador, y restablecer así nuevamente el orden constitucional.

En consecuencia, Melo es derrotado y tras su destierro se produce el ascenso al poder de Mariano Ospina Rodríguez en 1856. Éste y las reformas llevadas por los Conservadores en oposición al federalismo, que era claramente impulsado por el partido Liberal y una coalición política llamada Nacionalista al mando de Mosquera, desataron un nuevo conflicto entre el poder central y las regiones, que buscaban la implantación de un orden político con mayor autonomía local.

Esta situación llevó a que Mosquera tomara nuevamente las armas, pero en esta ocasión contra el gobierno legítimo de Rodríguez y lograra su derrota en la guerra civil de 1860-1862. A raíz de esto, se establece la Constitución de Rionegro (1863) y la creación de los Estados Unidos de Colombia, que persistirán hasta la muerte de Tomás Cipriano, quince años después de su promulgación.

Ese mismo año de la carta constitucional promulgada en Rionegro, Mosquera al mando de los ejércitos de Colombia derrotaría a un ejército ecuatoriano en la Batalla de Cuaspud que, en diciembre, había atravesado la frontera y junto al apoyo algunos conservadores en el sur del país pretendían la anexión de Pasto y algunos otros territorios; pero finalmente éstos quedaron en manos del Estado colombiano y afianzaron su poder en el ejecutivo.

Luego de unos años más en el poder, Mosquera atravesó por diversas circunstancias como jefe de Estado, como fue la expulsión de la Compañía de Jesús, que le creo un conflicto con la iglesia católica y a la larga propició su derrocamiento, durante su cuarto período presidencial en 1867.

En 1871 se presentó a las elecciones, pero no fue elegido, por lo que regresó a Popayán para ser elegido como gobernador y senador hasta 1876. Finalmente, se retiró y falleció a los ochenta años en Coconuco cerca de Popayán. El estudio de su vida es un importante aspecto para resaltar en futuras investigaciones, sobre la creación del Estado colombiano en el siglo XIX, debido a que fue un político que impulso diversas ideologías y determinó el rumbo de la historia, en gran parte de la nación colombiana hasta nuestros días.