Apartadó (may. 16 / 14). Atrás quedaron los días en que Cristian Rodallegas tenía que dividir su tiempo entre estudiar, lavar carros para ganar algo de dinero y practicar rugby por las tardes en su natal Urabá. Hoy, gracias a su talento, este joven vive en la villa deportiva de Indeportes Antioquia, está becado para estudios y manutención gracias a su potencial deportivo y su única preocupación es estudiar y seguir entregando su mejor esfuerzo a “los tucanes” juveniles, selección colombiana de rugby.
Cristian es uno de los más de 300 rugbistas que hoy practican el deporte gracias al proyecto que Cancillería inició en este municipio para alejar a niños y jóvenes de la violencia a través de la diplomacia deportiva, iniciativa que surgió luego de que el Gobierno Nacional aceptara de forma voluntaria la Resolución 1612 de 2005 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que habla sobre la prevención y la lucha contra el reclutamiento armado infantil.
Cuando la Cancillería colombiana decidió, en abril de 2012, implementar el rugby en Apartadó, en este municipio antioqueño no se practicaba este deporte, de hecho, poco o nada conocían sus habitantes sobre esta disciplina. Hoy, dos años después de haber implementado el proyecto de diplomacia deportiva en esta zona del país, de la mano de Indeportes Antioquia, la Federación Colombiana de Rugby y la Alcaldía local, Cancillería ha encontrado en el rugby una herramienta de construcción y reconstrucción del tejido social de un muncipio con enorme potencial deportivo y que necesita de más alternativas para alejar a sus niños y jóvenes de la violencia.
Actualmente, Apartadó tiene su propio “clan” de rugby llamado ‘The Morgans Rugby Club’ y cuenta con más de 150 participantes, 78 de los cuales han viajado a través de la iniciativa de diplomacia deportiva de la Cancillería colombiana a Francia, Australia, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Venezuela; países donde han tenido intercambios y encuentros con los mejores exponentes locales del deporte.
La semilla del rugby sembrada hace dos años en Apartadó, en 2014 ya se empieza a extender a otros municipios antioqueños como Turbo, Chigorodó y Carepa.
