Con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la zona de frontera, durante el 2013 el Plan Fronteras para la Prosperidad (PFP), del Ministerio de Relaciones Exteriores, desarrolló 192 proyectos por valor de $54 mil millones de pesos, de los cuales aporta alrededor de $9 mil millones.
Los proyectos, que benefician a más de 500 mil habitantes de los 13 departamentos de frontera corresponden a los sectores de desarrollo económico, salud, gobernabilidad, educación, agua potable, energía, cultura y deporte.
En ese sentido, el Plan Fronteras para la Prosperidad concluye el año con un portafolio de proyectos ejecutados y en ejecución, y con un avance importante en la construcción del Conpes de frontera.
Y es que precisamente el Plan Fronteras para la Prosperidad es un grupo creado por la Canciller María Ángela Holguín para trabajar temas puntuales en zonas fronterizas.
Según explica el Coordinador del programa, Jorge Guzmán, “desde el inicio del presente gobierno, la Canciller quiso hacer un grupo interdisciplinario que dependiera directamente de su despacho para identificar proyectos de desarrollo social y económico en las zonas de frontera. El Plan Fronteras para la Prosperidad es un programa que busca mejorar la calidad de vida de los habitantes de frontera con intervenciones puntuales en distintos sectores que prometen así la integración con los países vecinos”.
El Plan Fronteras para la Prosperidad trabaja sus proyectos desde la perspectiva diferencial, van a las poblaciones, realizan talleres y de ahí se preparan los insumos para trabajar los proyectos. Es decir, son los habitantes los que priorizan sus necesidades y el PFP formula los proyectos y gestiona los recursos.
Así lo explica Jorge Guzmán: “Es la gente la que decide. Básicamente nosotros lo que hacemos es ir hasta los municipios de frontera, hasta las zonas rurales más recónditas, reunirnos con líderes campesinos, las comunidades étnicas, con alcaldes, con gobernadores, con representantes de gremios, de organizaciones sociales”.
Jorge Guzmán resalta: “Es la misma gente, los mismos actores locales quienes deciden cuales son las problemáticas estructurales, porque son ellos quienes conocen su realidad. No nosotros acá, desde Bogotá. Son ellos quienes conocen cuáles son sus necesidades apremiantes y a partir de ahí también definen cuales son las soluciones a esas necesidades”.
Y es que si algo identifica al Plan Fronteras para la Prosperidad de la Cancillería es que sus proyectos mejoran la calidad de vida de los colombianos. Y muestra de eso es la implementación de 21 puntos de telemedicina en 19 municipios de ocho departamentos de frontera. Gracias a los proyectos de telemedicina se está mejorando la calidad en la prestación de los servicios de salud en zonas de frontera. El programa tuvo un valor de $1.260 millones de los cuales la Cancillería, a través del PFP, aportó $630 millones.
Este año, el Plan Fronteras para la Prosperidad trabajó en la generación de insumos para la construcción del Plan de Ordenamiento Territorial en el departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
El proyecto contempla la generación de mínimo 20 insumos técnicos, que permitirán revisar y ajustar el Plan de Ordenamiento Territorial de San Andrés, formular el nuevo Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) de Providencia y construir un Plan de Ordenamiento Regional que analice la integración de todo el archipiélago (incluyendo lo marítimo), con el Gran Caribe y Centro América, desde los aspectos sociales, culturales, económicos y ambientales. El valor total del proyecto es de $2.847 millones de los cuales la Cancillería, a través del PFP, aportó $380 millones.
En Tumaco (Nariño), 102 familias afrodescendientes se benefician con el proyecto de reactivación de la camaronicultura. Las familias están sembrando en 50 hectáreas camarones marinos. El valor del proyecto asciende a $449 millones de los cuales la Cancillería, a través del PFP, aporta $200 millones.
Otro de los logros para mostrar en el balance del 2013 del PFP es el proyecto de fortalecimiento de capacidades de gobiernos municipales y actores sociales para la gestión y seguimiento a proyectos de desarrollo local en los municipios de Unguía, Acandí y Riosucio, en el departamento de Chocó.
Gracias a ese proyecto se están beneficiando a 60 líderes afrodescendientes e indígenas, al igual que a funcionarios de los gobiernos municipales. El valor del proyecto es de $196 millones de los cuales la Cancillería, a través del PFP, aporta $166 millones.
Igualmente, en el departamento de Chocó, se construyó una cancha polideportiva en la comunidad de Titumate, municipio de Unguía, que beneficia a 121 niños y jóvenes. Este proyecto tiene un valor de $147 millones, de los cuales el PFP aportó $99 millones.
Adicionalmente, este año se ha trabajado en el desarrollo de dos planes binacionales, con Ecuador y Perú, dirigidos al desarrollo social y económico de las zonas de frontera.
Con Ecuador se está avanzando en el Plan Binacional de Integración Fronteriza que busca implementar proyectos para mejorar las condiciones de vida de las comunidades de los departamentos de Nariño y Putumayo. Su elaboración es el resultado de un trabajo conjunto entre el PFP y el Departamento Nacional de Planeación, por parte de Colombia, y la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo, y la Cancillería Ecuatoriana, por parte de Ecuador.
Igualmente, con Perú se ha adelantado un trabajo conjunto dirigido a la implementación de Plan Fronteras para la Prosperidad y la Gran Transformación dirigido a beneficiar las poblaciones de frontera en los departamentos de Amazonas y Putumayo. Para la primera etapa de este plan ya se han destinado recursos para iniciar proyectos en los sectores de energía, desarrollo económico y educación.
Finalmente, como resultado del trabajo conjunto del PFP y el Departamento Nacional de Planeación durante el 2013, el Conpes de Frontera se encuentra en su etapa final. Este tiene el objetivo de diseñar e implementar estrategias diferenciadas de desarrollo fronterizo que contribuyan el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes y la reducción de las brechas con el resto del país.