Bogotá (ene. 17/19). Pedro José Ramón Gual Escandón nació el 17 de enero de 1793 en la ciudad de Caracas, en la actual República de Venezuela. Fue uno de los primeros diplomáticos de América participando de la creación de la política exterior de Colombia en sus inicios como país y luego de Venezuela, como encargado de la Presidencia en tres oportunidades.

No obstante, sería durante el surgimiento de Colombia como República y su papel como Primer Ministro de Relaciones Exteriores (1821-1825), donde Pedro Gual tendría una gran relevancia para la consolidación de la Independencia en el continente americano y la promoción de sus valores, mediante el nombramiento de agentes diplomáticos en las naciones que comenzaban su proceso de emancipación del gobierno europeo.

Como Ministro de Relaciones Exteriores, Pedro Gual ayudó a la consolidación del proceso revolucionario de la Independencia enviando diferentes agentes a los diversos países del continente -como el señor Miguel de Santamaría a México-, con el propósito de establecer relaciones binacionales entre las naciones y el reconocimiento de la nación colombiana, al igual que promover la firma de diversos tratados para la unión de los países y la consolidación de sus revoluciones (Gutiérrez Ardila, Daniel Iturbide y Bolívar: dos retratos diplomáticos acerca de la cuestión republicana (1822-1831), Revista de Estudios Sociales, núm. 38, enero, 2011, pp. 47-63, Universidad de Los Andes. Bogotá, Colombia).

Posteriormente, el 29 de abril de 1822 el Congreso Constituyente del Imperio de México reconocería la independencia de Colombia, aunque las luchas internas de la dicha nación dificultarían el establecimiento de una agenda más amplia entre ambos países, finalizando inclusive con la expulsión del agente Santamaría, años después, ante el descrédito del proceso político neogranadino y la gestión de este agente en la caída del gobierno de Agustín de Iturbide (Ibíd. 56).

Sin embargo, la labor del Canciller Pedro Gual trascendió mucho más allá de las representaciones diplomáticas a los países extranjeros, pues también sentó las bases ideológicas del Ministerio de Relaciones Exteriores como lo expresaba en la primera memoria leída al Congreso Constitucional de la nueva república el año de 1823, documento que reposa en la Biblioteca de la Cancillería:

De esta manera, el Canciller Pedro Gual dejaba consignados los primeros conceptos de lo que sería la Misión de la institución que, hasta el día de hoy, tiene como fin dirigir la política exterior de la nación colombiana y velar por los intereses de sus conciudadanos en el extranjero. Al igual que se puede ahondar en el hecho, que como lo expresa en el segundo párrafo de la anterior cita, se manifestaba que los países europeos y sobre todo la corona española no habían reconocido y veían con mucho recelo aún, la emancipación y el proceso revolucionario de las colonias en América.

Consecuentemente, Pedro José Ramón Gual Escandón ejercería hasta el año de 1825 las labores como canciller de Colombia, gestionando entre otras dimensiones desde la política exterior del país el llamado Congreso de Panamá, que fue la antesala de las asambleas diplomáticas de los países americanos en la que la nación colombiana tuvo un destacado papel como anfitrión y sobre las conclusiones que se extrajeron de allí.

Finalmente, con la fragmentación de la nación colombiana en tres países distintos el canciller Pedro Gual se alejaría definitivamente de la política exterior del país, iniciando su propia carrera política que lo llevó inclusive a ser encargado de la presidencia de Venezuela durante los años de 1858, 1859, 1861 y que lo llevó al exilio, donde falleció en la ciudad de ecuatoriana de Guayaquil en el año de 1862.

De este modo, llegó el final para uno de los personajes más destacados de la política exterior colombiana en sus inicios, no sólo enviando delegados a los diversos países sino colocando algunos de los preceptos de lo que era la Secretaría y hoy en día Ministerio de Relaciones Exteriores. A manera de homenaje, sus restos fueron trasladados a la Catedral Primada de Bogotá en donde reposan junto a otras grandes personalidades de la nación.