Intervención de la Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia María Angela Holguín Cuéllar Sesión Plenaria de la LXII Asamblea General de la OEA

Intervención de la Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia

María Angela Holguín Cuéllar

Sesión Plenaria de la LXII Asamblea General de la OEA

Cochabamba, 4 de junio del 2012

Señor Presidente,

Quiero expresar mi profundo agradecimiento al pueblo y al Gobierno de Bolivia, a usted señor Canciller, por la hospitalidad y generosidad con que nos han acogido en Cochabamba, ciudad de lagos y planicies que guarda diez mil años de historia. Agradezco asimismo al Gobierno de Bolivia, al Secretario General, José Miguel Insulza, y a su equipo por la organización de esta reunión.

Colombia registra con especial satisfacción la aprobación en el marco de esta Asamblea de la “Carta Social de las Américas”, instrumento que contribuirá a la mejora de las condiciones de vida de nuestros pueblos.

Permítame referirme al tema sobre el cual hemos sido convocados a esta Asamblea, el de Seguridad Alimentaria,  y quiero expresar la especial afinidad de Colombia con esta apuesta hemisférica, y a Bolivia todo nuestro reconocimiento por haberla sugerido. La relevancia y carácter transversal que tiene esta temática que involucra el fundamento del ser humano gana vigencia todos los días.

El mundo hoy tiene el reto de producir suficientes y adecuados alimentos en una población creciente. Según estudios de la FAO, para el 2015, se calcula que a pesar del cumplimiento de muchos países del objetivo de reducción del hambre, en algunas naciones en desarrollo seguiría habiendo unas 600 millones de personas subnutridas. Esta cifra muestra la relevancia que el tema tiene.

Nuestro continente se enfrenta a una gran paradoja, mientras tiene la capacidad de producir suficientes alimentos para cubrir las necesidades de toda la población, seguimos teniendo altos índices de desnutrición.

La volatilidad de los precios de los alimentos, la degradación de los suelos en parte producto de los efectos del cambio climático, el desperdicio de los productos agrícolas, la falta de acceso y la debilidad en producción alimentaria originan la crisis actual.

A largo plazo la agricultura, su producción y distribución eficiente y la mejoría de la vida en el campo, son la clave para encontrar la solución duradera. Esta solución depende de un trabajo conjunto entre sector privado y sector público. Es importante no cometer el error de creer que todo lo puede hacer  el Estado y la política pública.

Una estrategia de seguridad alimentaria basada en una mayor productividad agrícola, que garantice debidamente las necesidades de nuestra población, en especial los sectores más vulnerables, mayor previsibilidad de las políticas y apertura general al comercio, se perfila como la más eficaz de las estrategias para lograr alimentar adecuadamente a toda la población. 

Por eso, tal como lo plantea la propuesta de Colombia, Perú y Emiratos Arabes sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se discutirá en Rio+20, abordar y superar el reto de la inseguridad alimentaria y la desnutrición, requiere una aproximación desde la cual se integren las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible.

Lo que buscamos con esta propuesta es resaltar la necesidad de enfocar nuestras políticas hacia soluciones integrales y de largo plazo que transformen los sistemas de producción y consumo para hacer viable la vida en el planeta.

Le quiero agradecer de antemano a la secretaria de Cumbres por su esfuerzo que inicia en la implementación de los mandatos emanados de la VI Cumbre.

Los mandatos son relevantes porque se enfocan en las problemáticas de más urgente solución en nuestros países. Tienen un énfasis netamente social y se concentran en beneficiar a las poblaciones del hemisferio.

Quisiera hacer algunos comentarios sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. A través de los años hemos visto como las instituciones creadas hace ya varias décadas han contribuido al fortalecimiento de nuestras democracias, la justicia y los sistemas políticos. Queremos que el sistema continúe favoreciendo a nuestros pobladores y  fortaleciendo a nuestros países, teniendo en cuenta nuestras nuevas realidades.

Qué buscamos con este proceso. Un sistema con aplicación universal, imparcial, objetivo, igual para todos, con transparencia y claridad en los procedimientos. Esta actualización de los mecanismos debería mejorar la confianza,  y mediante la cooperación y el diálogo reafirmar su legitimidad.

El informe aprobado por el Consejo Permanente es un documento que debemos tomar como punto de partida y con el cual podemos trabajar para hacer en poco tiempo un sistema fortalecido, con recursos apropiados que además ayude a mejorar las capacidades nacionales.

El diálogo constructivo, sereno y equilibrado, es el camino que nos lleva a la construcción de consensos. No debemos olvidar que nuestro propósito fundamental es garantizar la vida y los derechos fundamentales en nuestro continente.    

Así mismo, consideramos que el Sistema debe mantener su independencia y autonomía, fundamentales para la ejecución de su importante labor de acompañar a los países con el fin de  dar cabal cumplimiento a la promoción y defensa de los derechos humanos en todos los países miembros de la Organización.     

Lo que busca Colombia, no debe haber ninguna duda, es fortalecer la Comisión, y entiéndase por fortalecer, darle las herramientas suficientes para que pueda cumplir a cabalidad con su mandato en constante diálogo con los países.

Otro tema importante para mi país y para la región, es el problema mundial de las drogas. Iniciamos una reflexión en Cartagena que busca pensar en estrategias eficientes y efectivas que fortalezcan nuestros esfuerzos para combatir este flagelo que tanto daño hace a nuestros jóvenes, a nuestra población y a nuestras sociedades.

Es hora de dejar de culpabilizarnos entre nosotros mismos. Esto debilita nuestra capacidad para combatir un problema que nos afecta a todos. Por décadas la energía y los esfuerzos se nos han ido en encontrar un culpable. O los países consumidores, o los productores, o los de tránsito, o  los lugares  en los cuales se lavan dinero y activos, y esto no nos ha llevado a ser efectivos en la lucha para erradicar este problema. En cambio nos ha conducido a deteriorar las relaciones entre nosotros. Utilicemos esta energía contra el enemigo común que son los carteles del narcotráfico.

Por eso, unámonos en la búsqueda de opciones viables que mejoren nuestras políticas para combatir este flagelo y busquemos la manera de apoyar la reflexión que propone la Secretaría para cumplir la voluntad de los países miembros y establecer estrategias que nos permitan presentar un frente común.

Los países de las Américas en medio de la diversidad y las diferencias, tenemos grandes consensos que nos permiten concertar estrategias y políticas orientadas al progreso, al bienestar y a la prosperidad de nuestras poblaciones.

El respeto por las diferencias nos ha permitido trabajar unidos, incluso en situaciones difíciles, mostrando una gran capacidad para la apertura, el diálogo y la solidaridad. Por eso, reitero la convicción que he expresado en diversas oportunidades, de concertar acuerdos y acciones que nos acerquen, de poner en perspectiva los aspectos que nos separan, y de manejar las diferencias con prudencia creando mecanismos de confianza, sin descalificaciones despectivas.

Si algo hemos aprendido nosotros es que cuando los gobiernos se distancian, son las poblaciones quienes más sufren. En este sentido, pensar siempre en nuestra gente y en sus oportunidades cuando cooperamos,  debe continuar motivándonos para crecer como región y alcanzar mayores niveles de desarrollo.

Recordemos que todos nosotros estamos temporalmente en estos cargos representando a nuestros Gobiernos. Todo esto es pasajero. Lo que  es importante tener presente es cómo seremos evaluados por la historia, y lo seremos por lo que hagamos por la gente y sus oportunidades de vida.

Los invito a que en nuestras discusiones nos concentrarnos en lo que realmente atañe al bienestar de nuestros pueblos, y tratemos que nuestros esfuerzos y acciones se orienten a los temas que efectivamente hacen una diferencia en sus vidas.

Muchas gracias.