Discurso de la Ministra de Relaciones Exteriores María Ángela Holguín en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la Consolidación de la Paz después de los Conflictos. Nueva York, Julio 12 de 2012

PALABRAS DE S.E. Sra. MARÍA ÁNGELA HOLGUÍN

MINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES

REPÚBLICA DE COLOMBIA

Consejo de Seguridad - Debate Abierto

Consolidación de la Paz después de los Conflictos

Nueva York, Julio 12 de 2012

Agradezco al Secretario General, Ban Ki-moon por  su presencia y presentación. Asimismo quiero destacar las valiosas intervenciones del ex - presidente de la Comisión de Consolidación de la Paz y Representante Permanente de Rwanda, Señor Eugene-Richard Gasana;  la del Presidente de la Comisión de Consolidación de la Paz y Representante Permanente de Bangladesh, embajador Abulkalam Abdul Momen; y al Sr. Joachim von Amsberg, Vicepresidente del Banco Mundial y Jefe de Operaciones de Red, Políticas y Servicios a los Países.

La Cumbre Mundial del 2005 marcó un hito en cuanto adquirimos un compromiso de dar impulso a la consolidación de la paz, en situaciones de postconflicto. Al interior de la organización se ha otorgado a la Comisión el papel de proponer y asesorar estrategias para la recuperación después de los conflictos y de agrupar a todos los agentes involucrados en las movilizaciones de recursos.

Colombia otorga la mayor importancia a los procesos de consolidación de la paz. Esta etapa es fundamental para que los países superen definitivamente las condiciones del conflicto. Esperamos que este debate contribuya al fortalecimiento de la Comisión y a que se cumpla con este propósito.

Por nuestra experiencia, sabemos que es fundamental el fortalecimiento de las instituciones nacionales y que los resultados sostenibles son aquellos que se apoyan en la titularidad nacional. La creación de capacidad local y nacional, y la pertenencia de los procesos, estrategias y políticas, son condiciones indispensables para no recaer en los conflictos nuevamente.

Un proceso exitoso de consolidación de la paz es el primer paso para dejar atrás un pasado de conflicto y confrontación, y ofrece la oportunidad de cimentar de manera sólida y perdurable, un futuro prometedor para la población. La responsabilidad principal de una exitosa consolidación de la paz recae sobre los Gobiernos y agentes nacionales pertinentes, incluida la sociedad civil.

Del informe de la Comisión resulta claro que los retos que plantea la consolidación de la paz, en situaciones de postconflicto, demandan un continuo proceso de aprendizaje en el que no hay situaciones idénticas ni fórmulas únicas que resulten aplicables a todas las situaciones.

Seis años después del establecimiento de la Comisión de Consolidación de la Paz la noción fundamental de su mandato resulta aún novedosa para una comunidad internacional habituada a pensar, casi exclusivamente, en términos de conflictos y resolución de los mismos.

Para el propio Consejo de Seguridad también es novedoso el cambio de un paradigma centrado en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, en aplicación del capítulo séptimo de la Carta, hacia una visión en la que los aportes que se requieran giren en torno al concepto del fortalecimiento de la capacidad nacional y el establecimiento de condiciones sustentables para el desarrollo.

De la experiencia de Naciones Unidas se hace evidente que las labores de mantenimiento de la paz no pueden estar ajenas a los horizontes del postconflicto. El fortalecimiento de las instituciones como tal y de la arquitectura que permite a los Estados el cumplimiento de sus funciones, es un asunto que comprende los ámbitos del mantenimiento y  la consolidación de la paz. Es evidente que la actuación del personal del mantenimiento de la paz puede sentar bases sólidas para la consolidación desde sus primeras actuaciones.

El criterio del fortalecimiento de capacidad nacional y la creación de condiciones para que los países puedan reasumir su independencia y soberanías plenas y generar desarrollo y bienestar para sus poblaciones debe ocupar un lugar central. En esta tarea, las organizaciones regionales y subregionales que conocen más de cerca los retos del país en proceso de consolidación pueden contribuir ejerciendo su papel y aportando su visión y liderazgo.

En este mismo sentido es importante resaltar el papel de las instituciones financieras como el Banco Mundial o bancos regionales que tengan similar propósito para fortalecer los esfuerzos de reconstrucción, de conciliación y consolidación de las estructuras sociales y económicas y financieras, de los países en este tipo de transiciones.

La Comisión tiene el potencial para crear mecanismos y modalidades que permitan trabajar en la identificación de conocimientos, experiencias adquiridas y ofertas de asistencia  técnica y promover de esta manera la Cooperación Sur – Sur. Asimismo, puede ayudar a los Estados en su agenda a fortalecer sus capacidades nacionales para coordinar las actividades de los donantes, fomentar la transparencia y la rendición de cuentas.

Vemos positivamente que las configuraciones de cada país en la agenda de la Comisión, han aplicado criterios flexibles y realistas. Estos permiten trabajar con las capacidades disponibles en el terreno y brindar a las instituciones existentes el tiempo y la oportunidad de alcanzar sus propios resultados.

La Comisión y sus configuraciones requieren contar con el compromiso y participación activa de todos sus miembros, en donde se establezcan objetivos específicos a través de los cuales pueda lograrse una firme promoción y apoyo políticos.

En este sentido, las visitas de los presidentes de las configuraciones son herramientas valiosas, no sólo como parte del apoyo político a los países en la agenda, sino también como canal de diálogo entre los diferentes actores nacionales y el sistema de Naciones Unidas.

Por lo tanto estimamos que debe mantenerse y profundizarse el diálogo existente entre la Asamblea General y la Comisión de la Consolidación de la Paz.

Tomamos nota de la existencia del canal de comunicación establecido a través del informe del Presidente de la Comisión Especial de Operaciones de Mantenimiento de la Paz. En este contexto y como complemento, Colombia celebrará un diálogo interactivo entre el Consejo de Seguridad, la Comisión y los países en su agenda, para brindar la oportunidad de intercambiar opiniones de manera franca y dinámica, y analizar conjuntamente las expectativas, los avances logrados y establecer objetivos realistas.

Profundizar en la consolidación de la paz, significa modificar actitudes tradicionales y ajustarse a países y regiones cada vez más autónomos en el sistema internacional, con equilibrios de poder cambiantes, que invitan a fortalecer el diálogo y las soluciones políticas, en temas que habitualmente se resolvían mediante las sanciones o la confrontación.

Las naciones que conocemos las dificultades que existen para alcanzar la paz duradera, sabemos que independientemente de los obstáculos y desafíos, debemos creer en la posibilidad de paz y desarrollo para naciones afectadas por los conflictos. Sabemos que el camino de la consolidación de la paz no es fácil.

Por nuestra experiencia y superación de desafíos, y conscientes que no hemos terminado de vencerlos, consideramos que nuestros esfuerzos deben estar orientados a brindar esperanza a la población, a ofrecer posibilidades de vida dignas y a superar las condiciones y realidades del pasado.

Esto es posible mediante la ejecución de políticas públicas que permitan, entre otros, reparar a las víctimas y crear mecanismos eficientes de promoción del desarrollo social y económico, que beneficien especialmente a la población más vulnerada y afectada.

Creemos que la paz duradera se consigue con el equilibrio de políticas reparadoras, que creen bienestar y prosperidad sostenibles en el largo plazo. Es preciso contar con una voluntad firme para promover políticas y consensos, que sanen las heridas del pasado y permitan a la sociedad, en especial a las nuevas generaciones, reconstruir su país trabajando por un futuro con reconciliación, oportunidades, seguridad y paz.

Muchas gracias.