Discurso del Canciller Holmes Trujillo en la Conferencia Internacional de Solidaridad sobre la Crisis de los Refugiados y Migrantes Venezolanos

Bruselas, 28 de octubre de 2019

 

Señora Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidenta de la Unión Europea, Federica Mogherini.

Señor Representante Especial Conjunto de ACNUR y OIM para los refugiados y migrantes venezolanos en la región, Eduardo Stein.

Señor Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.

Señor Director General de la Organización Internacional para las Migraciones, Antonio Vitorino.

Señor Ministro Josep Borrell.

Muy queridas y queridos ministros asistentes, muy apreciados señores y señoras,

Quiero ante todo expresar el agradecimiento del Gobierno y de los ciudadanos colombianos por la convocatoria a esta importante conferencia.

Nos congrega un sentido de urgencia, un sentimiento humanitario, la dimensión del éxodo de hombres, mujeres, niñas y niños, personas mayores y personas enfermas que se vive hoy en el hemisferio occidental no tiene precedentes en la región.

Como tampoco lo tiene la magnitud de las crisis que impide que millones de ciudadanos venezolanos reciban el alimento, la atención médica, el agua potable y otros bienes y servicios básicos requeridos para la supervivencia en su territorio.

Desde el inicio de su mandato en agosto de 2018, el presidente Iván Duque ha manifestado de manera inequívoca que el Gobierno colombiano continuará recibiendo con solidaridad, sentido humanitario y gratitud histórica a todos y cada uno de estos niños, niñas, hombres, y mujeres, y realizará todos los esfuerzos a su alcance para acogerlos y proveerles las atenciones que requieren para paliar sus necesidades más apremiantes.

Por ello, desde agosto de 2018 hemos reiterado la necesidad de que el mundo tome consciencia de la gravedad de la situación y de la seguridad de sus repercusiones, que trascienden ampliamente el ámbito regional.

El llamado de Colombia y de otros países de la región alentó la designación del Representante Especial Conjunto para la Crisis Regional, Don Eduardo Stein, cuya tarea reconocemos: inspiró al establecimiento del proceso de Quito, ha impulsado la creación de mecanismos de financiación multilateral y ha promovido la llegada de recursos de cooperación a la región destinados a complementar los inmensos esfuerzos que los Estados receptores se encuentran realizando.

Agradecemos la solidaridad y el apoyo que hemos recibido de la comunidad internacional, de los países donantes y de los organismos multilaterales. Sin embargo, es indispensable que esta ayuda aumente. Dicha ayuda, por la magnitud del fenómeno, es insuficiente ante el tamaño del desafío que estamos enfrentando.

Con ocasión de la visita de la señora Alta Representante a Colombia, Federica Mogherini, el pasado mes de septiembre, el Presidente Duque manifestó la importancia de que la Unión Europea liderara una acción más decidida y más contundente para evidenciar las proporciones de esta tragedia. Agradecemos su receptividad y su liderazgo, en virtud de los cuales nos encontramos hoy aquí, para exponer ante el mundo las condiciones que obligan a los ciudadanos venezolanos a huir de su país y el impacto de su arribo sobre comunidades de acogida, sobre los sistemas de salud, educación y saneamiento básico, y sobre las capacidades institucionales de los gobiernos locales, regionales y nacionales de nuestros países.

De la misma forma, agradecemos la visita que recientemente hizo a Colombia el señor Ministro Josep Borrell, quien visitó la frontera con Venezuela y pudo hablar con muchísimos de los migrantes venezolanos que han llegado a territorio colombiano.

Colombia acude a esta cita con esperanza y compromiso, esperanza frente a la posibilidad de que los diversos actores, los Estados, las empresas, los organismos multilaterales y las organizaciones no gubernamentales, acompañen nuestro empeño por proveer unas condiciones dignas de vida a quienes se encuentran en condiciones indescriptibles de vulnerabilidad. Y compromiso, porque seguiremos actuando -bueno es repetirlo-, con solidaridad, sentido humanitario y gratitud histórica para atender los millones de víctimas de la peor crisis causada por una dictadura que ha vivido nuestro continente.

No puedo terminar, señora Mogherini, sin unirme a usted en la búsqueda de una solución, que será la solución estructural a este fenómeno que afecta a la región y a las comunidades de muchos de nuestros países: por supuesto, que la única manera de cambiar esta situación es creando condiciones que favorezcan que el hermano pueblo de Venezuela pueda vivir otra vez en democracia y libertad.

Este es un empeño conjunto, señora Mogherini. Es un empeño en el que Colombia continuará actuando con la misma decisión, con la misma fuerza y con la misma convicción conjuntamente con otras democracias del mundo, para lograr que el cambio estructural permita que, ojalá más temprano que tarde, estos flujos se detengan y quienes se vieron obligados a abandonar su país por la precariedad que en él tienen y sienten decidan otra vez regresar a vivir, tengo que decirlo nuevamente, en democracia y libertad.

Muchas gracias señora Mogherini por esta convocatoria.