DISCURSO PARA LA CÁTEDRA EUROPA 2011 DE LA MINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES, DRA MARÍA ANGELA HOLGUÍN CUÉLLAR.
Barranquilla, marzo 28 de 2011
Buenos días.
Deseo agradecer la invitación a este foro académico y destacar la exitosa experiencia de la Cátedra Europa de la ilustre Universidad del Norte durante los últimos 14 años.
Adicionalmente, quisiera reconocer el esfuerzo de convocatoria de investigadores, profesores, personajes públicos, estudiantes, y asistentes de diferentes nacionalidades y formaciones, interesados en reflexionar y discutir sobre el relacionamiento de América Latina y en particular de Colombia, con la Unión Europea.
Frente a este tema es necesario plantear dos cuestiones.
En primer lugar, la importancia de la Unión Europea en la Política Exterior de Colombia. En segundo lugar, la trascendencia que tiene y tendrá el Tratado de Libre Comercio.
Debemos comenzar por afirmar el rol que Colombia ocupa y aspira ocupar en el sistema internacional. Es satisfactorio observar que hoy nuestro país logra ser visto como un prometedor Estado emergente, con respeto por la democracia, instituciones sólidas, progresos en la situación de seguridad, estabilidad macroeconómica y esperanzadoras perspectivas en términos de crecimiento.
Colombia quiere proyectarse como una nación con múltiples recursos y capacidades. Como un país con un pasado de retos que seguimos superando y con un futuro que mira hacia el mundo. Es por ello que este Gobierno ha querido capitalizar nuestras potencialidades y ha decidido darle un alto perfil a la política exterior para que Colombia logre convertirse en un líder regional y en un protagonista global.
Hablando específicamente de nuestra Política Exterior hacia la Unión Europea, debemos decir que estamos frente a un socio natural y un interlocutor tradicional en el plano bilateral, subregional, regional y multilateral.
Colombia ha seguido de cerca el desarrollo de este bloque como actor internacional y ha procurado mantener unas estrechas relaciones a nivel del diálogo político, el comercio, las inversiones y la cooperación.
La Unión Europea ha sido un aliado cercano en temas como la lucha contra el problema mundial de las drogas, la defensa de los derechos humanos, y el fortalecimiento de la gobernabilidad.
Nuestro Gobierno está comprometido con la profundización del relacionamiento con este bloque regional a través de la diversificación de la agenda hacia temas que generen desarrollo social y económico, fortaleciendo los lazos en asuntos como Energía, Educación, Telecomunicaciones, Innovación-Ciencia y Tecnología, Biodiversidad y Cambio Climático, Infraestructura y Ampliación del comercio y las inversiones
Nuestro país desea convertirse en un socio estratégico de la Unión Europea, con la capacidad de concertar sobre los principales temas del orden regional e internacional, con el potencial para ofrecer bienes, servicios, y capital humano, y con la autoridad para desarrollar esquemas alternativos de cooperación de tipo bilateral y triangular.
Colombia quiere lograr el apoyo de la Unión Europea para lograr sus más importantes metas de desarrollo interno y para posicionarse como actor clave en el escenario global. En particular, anhelamos realizar una buena labor como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, fortalecer al grupo de los CIVETs como actor internacional, e ingresar a la OECD y la APEC.
En relación con la trascendencia del Acuerdo Comercial, me complace comunicarles que el día 13 de abril del presente año se realizará la rúbrica definitiva del Tratado en la ciudad de Bruselas, por parte del Ministro de Comercio Exterior, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados y del Comisario de Comercio de la UE, Karel De Gucht.
El Acuerdo le permitirá a Colombia consolidar una relación preferencial y duradera con un actor clave de la economía mundial, que es el primer importador de bienes (2.301.000 millones de dólares) y servicios (618.000 millones de dólares), y en el cual residen 500 millones de habitantes con alto poder adquisitivo.
Asimismo, el acuerdo contribuirá a aumentar las transacciones comerciales entre Colombia y los 27 países de la Unión Europea, las cuales alcanzan a 2009 4.700 millones de dólares en exportaciones y 5100 millones de dólares en importaciones.
En complemento a lo anterior, vale agregar que la inversión directa de la Unión Europea en Colombia ascendió en el mismo período a 257.7 millones de dólares -sin incluir el sector petróleo y la reinversión de utilidades, y que la llegada de turistas se aproximó a 220.000 personas. Por todas estas cifras, la Unión Europea es el segundo socio comercial de Colombia y aspiramos que con la entrada en vigor del Tratado dichas cantidades crezcan de manera contundente.
Gracias al acuerdo, se logrará la reducción y eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias a las exportaciones colombianas, lo cual hará más competitivos nuestros productos agrícolas e industriales y nuestra oferta de servicios, poniéndonos a la altura de México y Chile quienes ya gozan de este acceso preferencial.
De la misma forma, el Acuerdo generará un entorno más previsible y favorable para expandir las inversiones, engendrar alianzas productivas y comerciales, construir nuevas cadenas de producción y suministro, contratar mano de obra calificada y no calificada, transferir tecnología, y acceder a buenas prácticas para la producción y el consumo con alta calidad y rentabilidad.
En este sentido, el Acuerdo se ajusta a las prioridades establecidas por el Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad para Todos”, con sus objetivos de más empleo, menos pobreza y más seguridad.
El Plan Nacional reafirma el compromiso de perseverar en la ejecución de una estrategia de internacionalización ambiciosa que contribuya a la inserción productiva en los mercados externos y al posicionamiento geoestratégico del país, razón por la cual nos compromete a continuar con la negociación, implementación y administración de Acuerdos Comerciales Internacionales.
Ya logrado el Acuerdo Comercial nos queda entonces asumir los retos. Entre los múltiples desafíos mencionaré algunos de naturaleza externa e interna.
A nivel externo, debemos complementar el acceso comercial preferencial con incentivos a la inversión mediante la negociación de Acuerdos de Promoción y Protección de Inversiones y de Acuerdos de Doble Tributación. Asimismo, debemos mejorar la infraestructura de transporte y logística para facilitar los intercambios.
Finalmente, debemos persistir en la diversificación de los socios comerciales para fortalecer la economía. A nivel interno, necesitamos aumentar la competitividad de nuestras exportaciones de bienes y servicios, y diversificar la oferta exportable a través de la innovación y la generación de productos de mayor valor agregado.
Estamos pues ávidos de una pronta ratificación y entrada en vigencia del Acuerdo Comercial con la Unión Europea, la cual se enmarque dentro de los lineamientos de esta nueva política exterior abierta, franca y propositiva. Para hacer frente a la situación, tenemos que enriquecer el grupo de interlocutores partícipes de este diálogo transatlántico, convocando además de los gobiernos, a la sociedad civil, al sector privado y académico de Europa y de Colombia.
La Cátedra Europa es sin duda un espacio idóneo para este propósito, para pensar, para debatir, para plantear alternativas, y para generar ciudadanos y líderes más informados y con mayor capacidad de análisis, quienes contribuyan a elaborar mejores políticas públicas, a delinear relaciones más provechosas, a soñar más lejos y a llegar más alto.
Muchas gracias.
