Bogotá, (Mar. 28 / 12). Con la participación del expresidente Belisario Betancur, el excanciller Guillermo Fernández de Soto, el Embajador de El Salvador en Colombia Guillermo Rubio Funes, la Viceministra de Relaciones Exteriores Mónica Lanzetta, y el representante residente para Colombia del Pnud Bruno Muro,  se realizó la primera sesión del 2012 de la Cátedra Augusto Ramírez Ocampo, sobre el papel que jugó Colombia en el Tratado de Paz de Centroamérica.

Al instalar el conversatorio, la Viceministra de Relaciones Exteriores Mónica Lanzetta expresó el gusto que representa para la Cancillería  celebrar el aniversario de los 20 años de esfuerzo de paz y la gestión de Augusto Ramírez Ocampo en este proceso: “todos conocemos su papel importante en los procesos de Contadora y Chapultepec. Los acuerdos firmados el 16 de enero de 1992 entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en el Castillo de Chapultepec, que pusieron fin a doce años de guerra civil en el país, son un ejemplo para todas las Américas”.

A su turno, el expresidente Belisario Betancur explicó el papel de Colombia como facilitador en la negociación del acuerdo de paz de Centroamérica; “no vamos a meternos en las guerras Centroamericanas, pero tenemos que ayudarles con su paz, porque esas guerras están haciendo metástasis en Colombia”.

El excanciller Guillermo Fernández de Soto, por su parte,  destacó que la Cancillería de Colombia ha querido que se recuerde a través de la Cátedra Augusto Ramírez Ocampo,  a un colombiano ejemplar que participó en el Grupo de Contadora y en los acuerdos de paz de El Salvador.  Durante su intervención explicó que la mejor forma de entender el proceso de la paz en Centroamérica es leer el acta de dicho acuerdo “pues tuvo un extraordinario mérito. El acta pudo diagnosticar con certeza lo que pasaba en Centroamérica a nivel político, social, de cooperación, militar, armamentismo. Con unos acuerdos que creíamos que eran posibles para lograr la paz y contener la guerra”. Añadió que el proceso de paz de Centroamérica es un “auténtico esfuerzo latinoamericano, es un proceso de pedagogía nacido en este continente. La historia de Contadora es el ejemplo de dos segmentos polarizados de la población que creíamos irreconciliable, pero que se logró desmontar con un duro proceso de negociación. Todo se ve reflejado en el acta, en los boletines y las declaraciones que emitimos en su momento”.

El representante para Colombia del Pnud Bruno Moro también resaltó el proceso de reconstrucción nacional y de reconciliación de la sociedad salvadoreña; “nadie puede ganar la guerra. Esos contrastes están presentes en Colombia para negociar un proceso de paz”.  

Finalmente, el Embajador de El Salvador en Colombia, Guillermo Rubio Funes, agradeció al expresidente Belisario Betancurt por ser el impulsor del Grupo de Contadora y por el informe ‘De la locura a la esperanza, 12 años de guerra en El Salvador’,que  presentó del conflicto del país centroamericano.