Intervención de la Canciller, María Ángela Holguín, en el Cuadragésimo Sexto Período Extraordinario de Sesiones Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA

Ciudad de Guatemala, septiembre 19 del 2014
 
Primero que todo señor Ministro, quisiera felicitarlo y agradecer al Gobierno de Guatemala por convocarnos a construir los grandes consensos que necesitamos para identificar estrategias comunes que nos permitan diseñar políticas más efectivas al problema mundial de las drogas. 
Igualmente le agradezco al Gobierno de Guatemala la hospitalidad y la siempre gentiliza con la que recibe a sus invitados. 
 
En abril del 2012, el Presidente Juan Manuel Santos en Cartagena, en la Cumbre de las Américas promovió una discusión con sus homólogos sobre el problema mundial de las drogas. En ese momento los mandatarios coincidieron en la necesidad de analizar los resultados de la actual política en las Américas y de explorar nuevos enfoques para fortalecer esta lucha y ser más efectivos. 
 
De esta reunión de Cartagena surgió el mandato a la OEA que produjo los documentos de diagnóstico y escenarios que nos han permitido no solo mantener vivo el debate sino tener la posibilidad de llegar preparados y con una sola voz a la sesión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas en año 2016. 
 
Sin duda el estudio de la OEA ha sido una herramienta útil en este debate. La CICAD ha debatido sobre aspectos específicos del problema, como las perspectivas de salud pública y derechos humanos, y el abordaje social que amerita el tráfico en pequeñas cantidades. En este sentido, varios países han iniciado deliberaciones sobre sus políticas nacionales. Otros han ensayado vías innovadoras para el consumo del cannabis. La academia y las organizaciones sociales han hecho igualmente aportes novedosos en la búsqueda de nuevos enfoques.
 
En el seno de la Asamblea General de la OEA del año 2013, la Declaración de Antigua se constituyó en una piedra angular para avanzar en la discusión hemisférica hacia nuevos consensos. Culminando esta etapa, nos encontramos hoy en esta Asamblea Extraordinaria. 
 
Es un logro muy importante que en tan solo un poco más de dos años se hayan producido unos resultados y un debate tan constructivo como resultado del mandato de la VI Cumbre de las Américas en Cartagena. La dinámica de trabajo y el diálogo constructivo, transparente y respetuoso ha sido determinante.
 
 
Por la trascendencia que tienen para Colombia y para el Hemisferio, quiero destacar, del contenido del Proyecto de Resolución, algunos de los aspectos que ponen de manifiesto la apertura de nuestros países a considerar políticas alternativas, sin renunciar al compromiso de continuar enfrentando los fenómenos delincuenciales asociados al tráfico de drogas, que tanto daño nos han causado:
 
-      En primer lugar, estamos refrendando lo que nunca ha estado en duda: la decidida voluntad de los países de las Américas para combatir la delincuencia organizada transnacional y las bandas de narcotraficantes, profundizando la cooperación y el intercambio de experiencias.
-      Valoramos el hecho de abrir caminos distintos, con base en la evidencia y el conocimiento. En el mismo sentido, se destaca el acuerdo para que los países puedan revisar, de manera periódica, sus políticas nacionales de drogas.
-      En el ámbito del respeto a los compromisos en derechos humanos, hemos alcanzado acuerdos vitales para que los países que estén en condiciones de hacerlo, revisen sus legislaciones penales e identifiquen alternativas al encarcelamiento. 
-      Colombia propuso en la CICAD, la creación de un Grupo de Trabajo con la participación de expertos de varios países para mirar la problemática del encarcelamiento.  Colombia, en ejercicio de la Secretaría Técnica del Grupo de Trabajo, entrega hoy un Informe de avance, con la invitación a vincularse a este proceso y participar en la próxima reunión del Grupo que se llevará a cabo en Cartagena, a mediados de octubre próximo.[1] 
-      Todo ello bajo el marco derivado del compromiso con las convenciones internacionales relativas a las drogas en armonía con los pactos y tratados de derechos humanos. 
-      Quisiera destacar asimismo, los acuerdos para profundizar en el análisis de las causas de la violencia y  privilegiar a las personas en la formulación e implementación de las políticas públicas. Esto implica 
o   Aumentar los recursos para la prevención, en ámbitos escolares y no escolares. 
o   Atender desde una óptica de salud pública a las personas que consumen drogas y la necesidad de fortalecer el tejido social, rehabilitarlas y reintegrarlas. 
o   Y la inclusión social, como apuesta central, resulta vital para nuestros países.
 
No cabe duda de la trascendencia que tienen los acuerdos a los que hemos llegado en la OEA. Ellos no significan que los desafíos de tantas décadas hayan desaparecido. Debemos seguir trabajando en los ámbitos hemisférico y mundial.
 
Para hacer frente a estos desafíos, nos corresponde poner en práctica los acuerdos alcanzados y hacer el seguimiento continuo de estos temas en las asambleas generales y en los organismos especializados, como la CICAD y la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas.
 
El debate que se producirá durante la Sesión Especial de las Naciones Unidas en el 2016 dedicada a las drogas, constituye una oportunidad para trabajar y avanzar en la búsqueda de nuevos consensos globales. 
 
Hoy, América da ejemplo al resto del mundo, con los resultados de esta Asamblea Extraordinaria. Damos ejemplo de capacidad y flexibilidad para permitir nuevas miradas, enfoques y rumbos a esta problemática que nos afecta a todos.  
 
Comprometámonos todos a lograr avances en esta lucha, las drogas han sido nefastas para nuestro continente. A veces sentimos que hay países que se sienten más lejanos a esta problemática y creen que somos unos los que tenemos este flagelo. No se equivoquen, el problema es de todos y a los que no les ha llegado, si no reaccionan les llegará desafortunadamente.  Colombia ha librado grandes batallas, pero sabe que solamente unidos venceremos ese flagelo. 
 
El Proyecto de Resolución que aquí aprobaremos, dará impulso a los debates y, ojalá, también pueda estimular deliberaciones y acuerdos en otras latitudes. En particular, construirá un insumo muy valioso para el proceso preparatorio y el desarrollo de la Sesión Especial de Naciones Unidas.  
 
Quiero finalizar con una frase del Presidente Santos, hace recientemente en una intervención por el aniversario de la muerte de Luis Carlos Galán, dice: 
 
“Lograr buenos resultados en esa Asamblea Especial de las Naciones Unidas depende de la disposición de los países a aceptar que las políticas de drogas no pueden continuar sin modificaciones, aceptar que no hemos ganado. Si se parte de esa premisa, entonces podemos tener alguna acción determinada, concreta. Esperamos que de aquí al año 2016 siga madurando este debate franco, honesto, ojalá constructivo, que muchos países, entre ellos, Colombia, estamos promoviendo aquí en la región y en el mundo entero.”
 
Muchas gracias!