Palabras de la Ministra de Relaciones Exteriores, Claudia Blum, en la XIX reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de Lima

 

Señor Presidente de Colombia, Iván Duque Márquez,

Señor Mario López Chávarri, Ministro de Relaciones Exteriores del Perú,

Apreciados Ministros y Jefes de Delegación,

Para Colombia es un honor copresidir la Décimo Novena Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de Lima junto con Perú, país con el que hemos trabajado mancomunadamente por buscar soluciones a la crisis venezolana.

En agosto de 2017, el Grupo de Lima nació como la primera iniciativa internacional que adoptó como misión trabajar por el retorno de la democracia en Venezuela.

Desde que Juan Guaidó asumió en 2019 como Presidente Encargado de Venezuela, hemos logrado con el Grupo de Lima nuevos desarrollos para contribuir al restablecimiento de la democracia en ese país, a través de todos los mecanismos políticos y diplomáticos disponibles.

En este proceso, nuestra voz como Grupo ha permitido que la comunidad internacional otorgue mayor atención a este país; ha contribuido a que más Estados condenen y presionen al régimen ilegítimo, y acompañen a los venezolanos en su anhelo democrático; y ha evitado que la situación venezolana caiga en el olvido o la indiferencia del mundo.

Distinguidos ministros:

La pandemia del COVID-19 afecta la atención global que merece la grave crisis multidimensional de Venezuela, cuya solución requiere como condición necesaria la restauración del orden democrático. 

Mientras el mundo se esfuerza por contener y mitigar el impacto de la pandemia, en Venezuela avanza la usurpación de los poderes, la erosión de las instituciones, la violación de derechos y el aniquilamiento del sistema productivo.

La pandemia ha servido al régimen para incrementar la represión y el control de la población durante el período de aislamiento.

Las recientes maniobras para restringir el ejercicio de los derechos civiles y políticos, el desmantelamiento de los partidos políticos de oposición, y la captura de instituciones esenciales como el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia, son medidas que socavan cualquier espacio de llevar a cabo procesos electorales creíbles, transparentes y democráticos en Venezuela.

En este marco, las posibilidades para la transición democrática están amenazadas por un régimen que busca tomar ventaja de la situación y está dispuesto a emplear todos los medios a su disposición para mantenerse en el poder.

Esta profunda crisis institucional y de derechos humanos que se agrava día a día, exige al Grupo de Lima reafirmar su compromiso de acción para respaldar a los venezolanos en sus esfuerzos por restablecer el orden constitucional.

Los principios que inspiraron la creación del Grupo en 2017, como la defensa de la democracia, la protección de los derechos humanos y la promoción del Estado de Derecho en Venezuela, tienen hoy más vigencia que nunca.

Colombia es partidaria de que renovemos nuestro mandato para revitalizar al Grupo de Lima, a fin de que nuestras acciones tengan un impacto directo sobre la situación en Venezuela.  Debemos actuar de manera coordinada y estratégica en cuatro frentes principales.

Primero, frente al anuncio del régimen ilegítimo de convocar elecciones parlamentarias a finales del 2020, sin las garantías mínimas para un proceso electoral de este tipo, y que constituyen un evidente fraude electoral.

Al respecto, nos complace la convergencia entre el Grupo Internacional de Contacto y el Grupo de Lima, que han señalado la falta de condiciones y voluntad del régimen para llevar a cabo elecciones transparentes, inclusivas, libres y equitativas.

En este momento crucial debemos sumar aliados para exigir al régimen que NO convoque elecciones parlamentarias sin las garantías mínimas. El régimen debe entender que, si persiste en celebrar elecciones legislativas en las actuales condiciones, se enfrenta a que la comunidad internacional desconozca sus resultados y a que se fortalezcan las medidas de presión del Grupo de Lima y otros actores relevantes.

Segundo, debemos generar un respaldo político internacional más efectivo para la transición democrática en ese país. Transición que exige lograr la convocatoria urgente de elecciones presidenciales con plenas garantías. La Declaración Conjunta que hoy adoptamos 29 países está en línea con ese propósito. El mensaje contundente al régimen debe ser que esta es la última oportunidad que le ofrece la comunidad internacional, para que dé un paso al costado y permita el retorno de la democracia a Venezuela.

Tercero, debemos continuar denunciando los abusos y los crímenes de la dictadura. Nuestra acción como Grupo debe ayudar a recuperar la legalidad en ese país, y a detener el sufrimiento de los venezolanos.

Por último, debemos actuar para hacer entender a los países que siguen apoyando al régimen que su actitud genera sufrimiento a millones de personas. Así mismo, para que comprendan que las elecciones parlamentarias que anuncia el régimen no son una solución política, sino un escenario que va a polarizar aún más a una sociedad ya dividida.

Para finalizar, Colombia renueva su invitación para que más miembros de la comunidad internacional, como los que hoy nos acompañan en calidad de observadores, se sumen al Grupo de Lima, y respalden el esfuerzo de los venezolanos para recuperar su democracia, su dignidad y su esperanza.

Muchas gracias.