Bogotá (nov. 12/19). Cerró la 31ª Reunión de las Partes del Protocolo de Montreal, adoptando nuevas decisiones para la recuperación de la capa de ozono y el control de la temperatura del planeta.

En esta reunión, que tuvo lugar en la sede de la FAO, Colombia se adhirió junto con más de 70 países a la Declaración de Roma que busca aportar a las soluciones del cambio climático a través de cadenas de frío sostenibles que reduzcan el desperdicio de alimentos y faciliten el acceso a tecnologías de bajo consumo de energía para los países en desarrollo.

Ante la situación de emisiones inesperadas en la atmosfera de CFC-11, un poderoso gas de efecto invernadero que había sido prohibido a nivel mundial desde 2010, los países acordaron una decisión para robustecer la información sobre el origen de las emisiones y fortalecer los procesos de monitoreo, verificación y cumplimiento del Protocolo con el fin de prevenir situaciones similares a futuro, que puedan poner en juego la credibilidad del tratado multilateral ambiental más efectivo.

Los países también definieron las necesidades financieras de los próximos años, especialmente para la implementación de la Enmienda de Kigali, que busca reducir la producción y consumo de los gases HFCs, comúnmente utilizados en sistemas de refrigeración y aires acondicionados y que tienen un alto potencial de calentamiento global.E

El Papa Francisco envió a este encuentro un mensaje señalando que el cuidado de nuestra casa común debe estar anclado en la comprensión de que todo está conectado. “Se puede decir que la Enmienda Kigali también apela a este principio, ya que representa una especie de puente entre el problema del ozono y el fenómeno del calentamiento global, destacando así su interacción.

Laura Juliana Arciniegas de Colombia y Alain Wilmart de Bélgica fueron elegidos para presidir estas reuniones durante 2019 y facilitar los acuerdos alcanzados entre las Partes.