Señores Ministros de Relaciones Exteriores,

Señores Coordinadores Regionales,

Señores Secretarios Generales de UNASUR y de la Liga de Estados Árabes,

Señores Jefes de Delegación,

Señoras y señores:

Me complace asistir a esta Tercera Cumbre de América del Sur y los Países Árabes en Lima, la “Ciudad de los Reyes”, fundada por Francisco Pizarro, pero con un pasado indígena milenario que acompasa con los años la influencia de la arquitectura árabe en sus edificaciones, con el sabor andaluz de sus patios, y la mezcla del espíritu latino que imprimen un sello especial a esta capital.

 

Esta Cumbre fortalece el encuentro de dos regiones que ya en el pasado entrelazaron su diversidad étnica y cultural. La similitud de nuestros rasgos físicos es evidente, así como la de nuestras costumbres y tradiciones. Menciono aquí solamente que el árabe es después del latín la lengua que más léxico ha aportado al español. El vocabulario de este origen es especialmente significativo en campos en los que la cultura árabe realizó un aporte destacado a la civilización, como por ejemplo en la agricultura, con palabras como azúcar, albahaca, aceite; en comercio, con aduana, tarifa, arancel, tarea, arroba; en medicina, con jaqueca y jarabe; y en matemáticas, con cifra, álgebra y algoritmo.

Este foro birregional nos ofrece entonces la oportunidad de avanzar no solo en el dialogo cultural, sino en el político y en la identificación de proyectos que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de nuestros ciudadanos.

América Latina se proyecta a nivel internacional como un continente de oportunidad. La región tiene hoy lo que el mundo necesita: estabilidad democrática, crecimiento económico, agua, recursos naturales, biodiversidad  y una población joven dispuesta a aportar con emprendimiento a los procesos de crecimiento y desarrollo inclusivo. Es por ello, que con toda razón el Presidente Ollanta Humala del Perú, como anfitrión, ha propuesto para nuestra Cumbre el lema de “Una cultura de paz, inclusión y desarrollo”. Colombia comparte plenamente esta visión.

Desde el inicio de su gobierno el Presidente Santos puso en marcha el Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad para Todos” basado en la inclusión social, la modernización, la justicia y el progreso para alcanzar tres grandes objetivos: incrementar el empleo, reducir a pobreza y aumentar la prosperidad.  En los dos primeros años de su mandato, el gobierno ha logrado avances sustantivos en materia social: se han creado más de dos millones de empleos, la gratuidad de la educación en los colegios del Estado es hoy una realidad, se han homologado los servicios de salud del sistema contributivo y el subsidiado.

Se han construido 246.00 viviendas, para familias de bajos ingresos y se prevén otras 100.000 nuevas para los próximos dos años. Subrayo además que por primera vez Colombia entregará viviendas gratuitas a los más necesitados.

El logro de estos objetivos ha estado acompañado por la aprobación de una serie leyes de alto contenido social como la de restitución de tierras y reparación de las victimas del conflicto armado, la de regalías para la distribución mas equitativa de los recursos provenientes de la explotación de los hidrocarburos y de la minería, a fin de mejorar la equidad entre regiones y aumentar su competitividad, y la consagración constitucional del principio de sostenibilidad fiscal.

En el marco de fortalecimiento de las instituciones democráticas, el manejo sano de la economía y las garantías ofrecidas a la inversión, Colombia ha logrado un crecimiento económico sostenido en estos años de turbulencia internacional. En 2010 crecimos 4.7%, en 2011 tuvimos un crecimiento de 4.6% y este año esperamos crecer entre 4 y 4.5%. Según la Comisión Económica para América Latina –CEPAL- La inversión extranjera directa en Colombia para el 2011 fue de US$13.234 millones. Igualmente importante es que empresas colombianas han invertido por fuera del país, especialmente en la región con cerca de 12 mil millones de de dólares.

La política exterior colombiana, eje transversal para el logro de la Prosperidad democrática, tiene dos objetivos centrales: la ampliación del relacionamiento geográfico y la diversificación de la agenda temática, así como el afianzamiento de las relaciones en nuestra región natural que es América Latina.

En desarrollo de lo anterior, nos hemos propuesto ampliar nuestras relaciones con los países árabes a través de una agenda positiva y diversa, y de una comunicación fluida para intensificar el dialogo político, la identificación de oportunidades de comercio, inversión y turismo, y  la cooperación en educación, cultura y en materia de seguridad.

Para lograrlo hemos venido ampliando y fortaleciendo nuestra presencia institucional en la región. Además  de las misiones diplomáticas en el Líbano y Egipto, el año pasado abrimos la embajada en Emiratos Árabes Unidos para intensificar el  diálogo con el gobierno de esta nación y facilitar el relacionamiento con otros estados como Quatar, Kuwait, Bahréin y Yemen. Próximamente reabriremos misiones diplomáticas en Marruecos y Argelia, en acuerdo con Chile para compartir sedes diplomáticas ampliando así nuestra presencia en más países árabes y en el continente africano.

En el área comercial existe un gran potencial por desarrollar. Si bien en los dos últimos años se ha dinamizado algo  el comercio con  algunos países árabes, el intercambio representa menos del 1% del total del comercio exterior de Colombia.

Estamos seguros de que existen nichos de interés para productos colombianos agrícolas, agroindustriales y manufacturados  en sus mercados. Creemos en el libre comercio, en tener reglas y en contar con seguridad jurídica.

De igual manera, tenemos interés en explorar oportunidades en el campo de las inversiones. Colombia es una economía abierta que ofrece solidas garantías a la inversión extranjera. De acuerdo con un estudio preliminar de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo –UNCTAD- sobre las tendencias mundiales de inversión, nuestro país  ocupó el año pasado el quinto puesto a nivel mundial donde más creció la Inversión Extranjera Directa (IED), precedido por Austria, Sudáfrica, Italia y Portugal.

Colombia es un interesante destino de inversión en sectores de alto impacto para el desarrollo como los de infraestructura, minas y energía.

Disponemos  de un amplio portafolio de proyectos en carreteras, puertos y aeropuertos, infraestructura para la exportación de gas y explotación minera y negociamos acuerdos de Protección y Promoción reciproca de Inversiones con varios países de la región. Estamos próximos a firmar uno con Kuwait y con  Emiratos Árabes Unidos e iniciaremos la negociación de uno con Quatar.

Hemos visto también con interés la experiencia de Arabia Saudita, Bahréin, Kuwait, Quatar y Omán en materia de fondos soberanos de inversión para una administración efectiva y el mejor aprovechamiento de los recursos públicos provenientes de la explotación de los recursos naturales.

El sector minero energético es uno de los sectores líderes en el Plan de Desarrollo “Prosperidad para Todos”. Con el fin de promover la participación de inversionistas nacionales y extranjeros en los proyectos de exploración y explotación sostenible de estos recursos, Colombia ha fortalecido su institucionalidad mediante la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos y  la Agencia Nacional Minera, encargadas de los procesos de licitación. Aspiramos a contar con la participación de las compañías privadas y estatales de sus países en las futuras rondas de licitación.

La fortaleza y experiencia de los países árabes en el sector energético hacen de este un sector con un potencial de cooperación con nuestra región. El mundo árabe cuenta  con alrededor del 49% de las reservas probadas de petróleo, una amplia contribución a la producción, y gran experiencia en la exploración, explotación y procesamiento de petróleo y gas. Deseamos establecer alianzas estratégicas en materia de hidrocarburos para aprovechar esas fortalezas reciprocas.

En nuestro propósito de expansión de la producción energética, la ampliación y modernización de la infraestructura productiva y la cadena de suministro de combustibles buscamos contar con su concurso, como exitosamente lo vienen haciendo Quatar y Emiratos Árabes Unidos en la adecuación de infraestructura gasífera y petrolera en algunos países de América Latina.

Reconocemos la importancia del desarrollo y la utilización de energías alternativas y por ello buscamos la diversificación de nuestras fuentes.  En este sentido, aceptamos la invitación de Emiratos Árabes Unidos y suscribimos el estatuto de la Agencia Internacional de Energía Renovable en el año 2010, que se encuentra en proceso de ratificación en el Congreso de la República.

Como complemento a lo anterior y con el fin de efectuar una inserción más efectiva en las dinámicas mundiales, estamos avanzando en el mejoramiento de la conectividad aérea. Firmaremos Acuerdos  Aéreos  con Emiratos Árabes Unidos y  Quatar; y  estamos negociando uno con Arabia Saudita. Estos acuerdos nos permitirán una expansión económica  y comercial a través del desarrollo de nuevas rutas y frecuencias aéreas.

Colombia ha venido consolidándose como un destino turístico de talla internacional. Actualmente, su actividad en este sector está en plena expansión y ha venido creciendo a un ritmo próximo al 10% en los últimos años, superando la media mundial del 4%. A nivel de Latinoamérica, nuestro país ofrece un alto potencial de crecimiento en el sector e interesantes oportunidades de inversión en infraestructura hotelera y servicios conexos, como exenciones fiscales hasta por un periodo de 30 años para inversiones hoteleras.

Para promover el flujo de turistas entre Colombia y los países árabes, la supresión recíproca de visados será una importante contribución, así como la suscripción de acuerdos de cooperación para el desarrollo de programas y proyectos en el sector. Nos encontramos negociando un Memorando de Entendimiento con Egipto que facilitará el intercambio de experiencias en turismo ecológico y arqueológico.

Todo lo anterior muestra que como países de renta media, nuestras naciones tienen grandes  retos, pero también muchas experiencias que ofrecer.

Colombia ha priorizado la cooperación internacional como una herramienta privilegiada para la generación de oportunidades que contribuyan al logro de los objetivos de desarrollo social, económico y ambiental; a la inserción en escenarios bilaterales, regionales y multilaterales; y a la construcción de una Colombia próspera, democrática y participativa en el escenario internacional.

Colombia ha recibido grandes flujos migratorios de los países árabes, lo que nos ha permitido tener una mirada multicultural de nuestros pueblos y a partir de ahí hemos diseñado herramientas inclusivas desde el punto de vista étnico y cultural donde los elementos de la Prosperidad Democrática son para todos. El porcentaje de descendientes de migrantes procedentes de países árabes en el Congreso de la República es cercano al 47%, la presencia de estas raíces se ve en la política, donde tuvimos un presidente de la República con orígenes árabes y en el campo de la cultura, con la mundialmente famosa Shakira.

Deseo reafirmar también el compromiso que tiene mi país de mirarnos mutuamente, de tender puentes y generar programas de cooperación y estrechar nuestros vínculos culturales y educativos. Tenemos amplia experiencia en la enseñanza del idioma español para extranjeros. Actualmente hay más de 20 universidades que ofrecen  prestigiosos programas en esta materia. En reciprocidad sería interesante contar con programas de intercambio que permitan el aprendizaje del árabe por parte de los estudiantes colombianos.

Comprometidos con los lineamientos de asistencia humanitaria internacional, hemos contribuido financieramente para mejorar la situación de los refugiados sirios en diferentes países, por ejemplo en el Líbano y en Jordania, con los cual reafirmamos nuestro interés de generar opciones que contribuyan a la construcción de una solución integral de esta dramática situación.

Por nuestra experiencia somos oferentes de cooperación en temas de seguridad y lucha contra el crimen transnacional organizado, especialmente en Centroamérica y el Caribe. Ese programa también lo hemos venido compartiendo con países como Argelia, Egipto y Marruecos y aspiramos a contar con otros aliados del mundo árabe.

 

Apreciados Cancilleres y distinguidos delegados:

Como es de su conocimiento Colombia vive en la actualidad un momento de especial significado para su futuro. El Presidente Santos anunció hace unos días la iniciación de un proceso de dialogo dirigido a avanzar con prudencia, seriedad, y firmeza para poner fin al conflicto interno y alcanzar la anhelada paz. Teniendo en cuenta la relevancia de este propósito para nuestro país, deseo aprovechar esta ocasión para reiterar nuestro agradecimiento a la Comunidad Internacional por las manifestaciones de decidido respaldo a este proceso. Esperamos lograr la paz, por el bien del país y de la región.

Muchas gracias.